Page 16 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
P. 16

18      RELATOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


     el mayor disfrute de los oyentes. No es justo decir que lo maravilloso se
     encuentre  solamente en estos relatos:  lo maravilloso es casi inseparable
     del cuento egipcio; y de hecho hay otros relatos, ya clasificados en una de
     las categorías precedentes, a través de los cuales fluye una corriente, a ve­
     ces poderosa, de lo maravilloso, especialmente en Im princesa de Bakhtan,
     Las aventuras de Horus y  Seth, e incluso, como ya lo habíamos dejado en­
     trever,  en la primera parte  del  Cuento de los dos hermanos.  En realidad, al
     margen de los cuentos-escenario, creo que sólo en Verdady Mentira lo ma­
     ravilloso (no digo lo mitológico) se encuentra completamente ausente.
        5.- La composición de La historia de Sinuhé es, muy probablemente, rei­
     nado más o menos, contemporánea de los acontecimientos que ahí se na­
     rran. ¿Podría darse el caso de que poseyéramos el manuscrito original (en
     el modelo del Papiro de Berlín 3022)? No es imposible. Nuestro manus­
     crito de las Desventuras de Unamón, por otra parte, data de la dinastía XXII10,
     pero es probable que reproduzca un original cu5'a redacción debió aconte­
     cer poco después del retorno del enviado de Ramsés XI. No hay nada sor­
     prendente en que la composición de estas «novelas» se encuentre muy pró­
     xima a los acontecimientos históricos que forman su trama.
       Entre los «cuentos» hay que poner aparte el de El Náufrago: sabemos
     que el manuscrito que nos lo ha conservado es la copia de otro algunos
     años más antiguo, obra del escriba Ameno, hijo de Ameny11, quien muy
     bien podría haber sido, si no el propio autor del cuento, al menos el pri­
     mero en haber fijado por escrito el texto en la dinastía XII.
       El punto de partida de otros cuentos queda más distante; a menudo el
     origen es remoto, perdiéndose incluso a veces en la noche de los tiempos.
     Nuestro manuscrito de La toma de Joppe es posterior en ciento cincuenta años
     a la época en que se piensa que tuvo lugar el episodio que ahí se narra12. De
     todas formas, un siglo y medio es, como se va a ver, relativamente poca cosa.
       Los manuscritos del  Cuento del campesino datan de las dinastías XII y
    XIII,  pero el relato hace alusión a incidentes que se remontan a la dinastía
    X,  la época del último de los reyes heracleopolitanos13.  El  final  del Se­
    gundo Período Intermedio —dinastía XVII- es evocado en La querella de
    Apopi y  Sekenenre, tal como lo expone un manuscrito de la dinastía XIX14.
    El Cuento profético, cuyo manuscrito principal es de la dinastía XVIII, tuvo
    muy probablemente su origen en la agitada época que estuvo marcada por
    la invasión extranjera y el triunfo de Amenemhat I15. En E l espectro, com­
    posición conocida sobre todo por ostraca de la dinastía XIX, el narrador
    se refiere, aparentemente, a acontecimientos que se remontan al reinado

       10 Véase más abajo, p. 203.
       11 Véase más abajo, p. 66 y n. 47.
       12 Véase más abajo, p. 137.
       l-y Véase más abajo, p. 75, nota 38.
       14 Véase más abajo, p.  143.
       13 Véase más abajo, pp.  112 y 119 (notas 63 v 64).
   11   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21