Page 18 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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20 RELATOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA
destinado se encuentra de nuevo en / m bella durmiente del bosque, de Ch. Pe
rrault, y el episodio del joven príncipe saltando hasta la ventana de la hija
del rey tiene su paralelo en cuentos populares de diversos países23. La es
tratagema empleada por el general Djehuty, en La toma de Joppe, para apo
derarse de la ciudad que está asediando24, se repite en el cuento de las Mil
y Una Noches que nos muestra a un astuto jefe de maleantes introdu
ciendo en casa de Alí Babá a los cuarenta ladrones escondidos en tina
jas de aceite. La querella de A popiy Sekenenre, donde se ve al rey hikso del
norte proponiendo al rey egipcio del sur una especie de enigma, cuya re
solución puede conllevar serias consecuencias, premoniza esos especta
a
culares desafíos que gustaban lanzarse los príncipes de Oriente, —fortu
nados ellos cuando estaban, como el rey «Lycerus», asistidos en la
.
respuesta por un hombre tan ingenioso como Esopo2"1—El tema princi
pal desarrollado en la primera parte del Cuento de los dos hermanos — saber,
a
el amor culpable de la mujer de Anup por su cuñado Bata—nos conduce
necesariamente hacia el episodio de José y de la esposa de Putifar en el
Génesis, la historia de Belerofonte y de Anteia en la Iliada, o también la de
Hipólito y Fedra en Eurípides, sin mencionar la divertida aventura de la
reina Glamorgana y del monje Oddul recogida por Anatole France26. En
la segunda parte del cuento, las metamorfosis de Bata, el «cuerpo sin
alma», el corazón reanimado por el agua, la trenza de cabellos arrebatada
y llevada a Egipto por el dios del mar, son temas que se reencuentran con
facilidad en el Indo y en varios países de Europa27.
Desde hace mucho tiempo era conocido gracias a diversos relatos
extranjeros, especialmente por un cuento de la Grecia moderna, el tema
del buen hermano y del mal hermano —Equidad e Iniquidad—de los cua
les el primero, como resultado de una disputa, queda cegado por el se
gundo. ¿Quién habría pensado, hace tan sólo quince años, que este tema
había sido ya tratado por los antiguos egipcios? Esa fue la revelación que
supuso la publicación, en 1936 por Gardiner, del cuento de Verdad y
Mentira28. Otro cuento, descubierto en la misma época, las Aventuras de
Horusy Seth, presenta por su parte varias paralelos con leyendas de otros
países: así, la actitud indecente que adopta Hathor para alegrar a su pa
dre habría de ser retomada más tarde por la diosa Baubo en Grecia y por
la danzarina Uzume en Japón; la anécdota de Isis y de Anti el barquero
tiene su equivalente en diversas leyendas griegas relativas a un batelero y
a una diosa29. Por otro lado, con las amonestaciones dirigidas por Isis a
23 Véase más abajo, pp. 129-131.
24 Véase más abajo, p. 137.
Véase más abajo, p. 144.
26 L'Ile des Pingouins, cit., pp. 111 v ss. Para el resto, cfr. más abajo, p. 149.
27 Véase más abajo, p. 151.
28 Véase más abajo, p. 167.
29 Véase más abajo, p. 186.