Page 17 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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INTRODUCCIÓN                                             19


     de uno de los Mentuhotep (dinastía XI)16. En estos cuatro casos, los he­
     chos colacionados son anteriores respectivamente en más de dos siglos,
     y aproximadamente en cuatro, cinco y siete siglos, a los manuscritos que
     los conservan.  Es preciso admitir que las diversas leyendas cristalizadas
     en estos manuscritos habrían nacido más tempranamente, y hay que su­
     poner por otra parte que debían haberse desarrollado en principio oral­
     mente, y que después habrían tomado forma de composiciones, desapa­
     recidas para siempre, de las cuales los cuentos que nos han llegado no son
     más que la reproducción, no íntegra sino modificada según las exigencias
     de una lengua que, en el curso de los siglos, había evolucionado. La mis­
     ma observación hay que hacer con respecto al tema de la leyenda de La
    princesa de Bakhtan, grabada en una estela por los sacerdotes de Khonsu
     unos ocho siglos después de la muerte de Ramsés II'7.
       Hay asimismo razones para creer que los cuentos de Westcar tienen un
     origen muy remoto. El manuscrito data de la época de los Hiksos y per­
     mite suponer un original de la dinastía XII18. ¿Pero no es posible acaso
     que este mismo original recogiera leyendas familiares para el pueblo egip­
    cio desde hacía tiempo y que remontarían al Imperio Antiguo, más pre­
    cisamente a la dinastía V, cuyo advenimiento explica y glorifica uno de los
    cuentos?19 En cuanto a los temas populares que se fijan en el Cuento de los
     dos hermanos, las Aventuras de Horusy SettP y otros más, ciertamente deben
     evocar una muy remota antigüedad, pero por el momento no sabríamos
     incorporar ninguna precisión en cuanto a su origen. En fin, ya se verá21
     cómo la ljeyenda del dios del mar (piym), en la que se deja sentir la influen­
     cia de la mitología fenicia, debe ser contemporánea (siglo xiv) del poema
     de Ras Shamra que pone en escena al temible Yam.
       6,- Leyendo estos viejos cuentos uno se ve naturalmente impulsado a
     comparar el tema de varios de ellos con otros relatos más próximos a no­
                                                          s
     sotros en el tiempo, hebreos, árabes, indios, griegos, europeos, —i no el
     tema principal, al menos los episodios más destacados—Aunque en el de­

     sarrollo de las noticias que preceden a cada cuento he establecido las si­
     militudes necesarias con el folclore de diferentes países, agruparé a con­
     tinuación los principales hechos.
       Las tribulaciones de Ulises, «flotando a la ventura», y su llegada al país
     de los Feacios en el Canto V de la Odisea por una parte, y las aventuras de
     Sindbad el Marino en las M il y  Una Noches por otra parte, hacen inmedia­
     tamente pensar en nuestro Náufrago12.  El tema general de Elprincipe pre­


       16 Véase más abajo, p.  176.
       17 Véase más abajo, p.  176.
       18 Véase más abajo, p. 91.
       l'} Véase más abajo, pp. 92 y 105-106.
       20 Véase más abajo, pp.  149 y 183.
       21  Véase más abajo, pp.  122-123.
       22 Vcase más abajo, p. 59.
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