Page 35 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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HISTORIA DE SINUHÉ                                       37


     Muerte de Ametiemhat I

        El año XXX, mes tercero de la inundación, el 7, el dios entró en su ho­
     rizonte, el rey del Alto y Bajo Egipto Sehetepibre6; fue llevado al cielo y se
     encontró  así unido con el disco  solar, y el cuerpo del dios  se  integró en
     Aquél que lo había creado7. La corte estaba en silencio, los corazones en la
     tristeza; la gran puerta doble permanecía cerrada;/ [R,10J los cortesanos es­
     taban (agachados) con la cabeza sobre las rodillas, y el pueblo se lamentaba.

     La sucesión al tronoy la huida de Sinuhé

        Su Majestad había enviado un ejército al país de los Timhiu8 y su hijo
     mayor era el jefe, el dios perfecto Sesostris9: había sido enviado para gol­
     pear a los países extranjeros y castigar a aquellos que estaban entre los Tje-
     henul('./|R,l 5] Y, entonces, se encontraba en el regreso, trayendo prisione­
     ros (del país) de los Tjehenu, así como animales de todo tipo, innumerables.
        Los  amigos  de  palacio  enviaron  (mensajeros)  al  lado  de  occidente
     para hacer conocer al hijo del rey los acontecimientos sobrevenidos en la
     corte. Los mensajeros lo encontraron en el camino, /[R,20] le alcanzaron
     en el momento de la noche. No se retrasó ni un instante: el halcón11 voló
     con sus seguidores sin informar de ello a su ejército.
        Más (también) se había enviado a buscar a los hijos reales que estaban
     en su séquito en  este ejército, y una convocatoria  fue dirigida  a uno de
     ellos12. Encontrándome allí, /[R,25] escuché su voz13, siendo así que ha-


        6 «Sehetepibre», nombre de coronación de Amenemhat I.
        7 Perífrasis habitual para señalar la muerte de un rey en Egipto, hijo del dios Ra, y dios él mismo.
        HTimhiu (Dmhw, Umhiw) y Tjehenu (¡Jhnw, O hnwyw) son en origen diferentes.  Estos últi­

     mos, emparentados por raza con las poblaciones primitivas del Valle del Nilo (cabellos negros, tez
     oscura), son señalados desde las más remotas épocas como vecinos de Egipto en la región que los
     griegos llamaron más  tarde Libia (del nombre de uno de los «Pueblos del Mar», los Ubu, que se
     instalarán ahí hacia el siglo \'iv). En cuanto a los Timhiu, eran nórdicos rubios, venidos de Euro­
     pa (¿por Gibraltar?), cuya primera mención data de la dinastía VI. Se mezclaron progresivamente
     con el grupo étnico más antiguo de los Tjehenu, de manera que los dos nombres parecen desig­
     nar igualmente a las poblaciones que, con anterioridad a la mitad del II milenio, habitaban al oes­
     te de Egipto. Cfr. Ci. M(")l J.l .R, «Die Aegypter und ihre libyschen Nachbarn», en 7.eitscbr. der deuts­
     chen Morgen!.  Gesellschaft 78 (1924), pp. 36-60, y W Höj.sci ii:r, «Lybier und Aegypter», en Aegyplo/.
     Forschungen, Heft 4, 1937. Véase recientemente Cjardiner, Onomástica, 1, pp. 114 y  116.
        9 El futuro Sesostris I, que desde hacía ya nueve años compartía el poder con su padre.
        1(1 La expresión «aquéllos que estaban entre los Tjehenu» podría designar a egipcios exilia­
     dos en Libia v que allí fomentaban conspiraciones contra el fundador de la dinastía XII. Cfr.  A.
     M. Blackm ax, en JEA, 22 (1936), p.  35.
                 ,

        11 El  futuro re)Tasimilado a Horus el halcón.
        12 Estas palabras parecen expresar que uno de  los príncipes, que  formaba parte del ejérci­
     to, había sido secretamente advertido de la muerte de  Amenemhat I y animado por una facción
     de la corte para declararse competidor de Sesostris como heredero a la corona.
        15   Posiblemente la voz del pretendiente al trono: véase la nota precedente. Para la interpre­
     tación de esta frase, cfr.  A. de Buck, en Stud.  Griffith, p. 58.
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