Page 39 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
P. 39

HISTORIA DE SINUHÉ                                       41

     «reo. Los Bárbaros huyen delante de él como (ante) del poder de la gran
     diosa. Combate sin fin; / [B,65] no escatima nada (?) (de forma que) nada
     subsiste. Es el bien amado, lleno de encanto, que ha conquistado por me­
     dio del amor. Su ciudad le ama más que a sí misma; se complace en él más
    que en su propio  dios.  Hombres y mujeres pasan36  aclamándole, ahora
    que es el rey. El ha conquistado (estando aún) en el huevo, y su rostro (se
     volvió) hacia (la realeza)37 desde que nació38. Es aquél que hace multipli­
     carse a aquellos que nacieron con él,  /[B,70]  es el único, el don de dios.
     |Cómo se regocija este país del que se ha convertido en señor! Es aquél
    que amplía las fronteras. Conquistará los países del sur, y despreciará39 a
     los países  del norte,  habiendo  sido  (precisamente)  puesto en el mundo
     para golpear a los Beduinos y para aplastar a los Corredores de las Are­
     nas. Ve a su encuentro, haz que conozca tu nombre. No profieras el ju­
     ramento:  «¡Desgracia  para  su  Majestad!».  No  dejará  de  hacer  el  bien
     /|B,75] a una tierra que le es fiel».

     Instalaáón de Sinuhé entre los Beduinos

       Entonces me dijo: «Bien, Egipto es ciertamente feliz pues sabe que él
    es valeroso. Pero tú, tú estas aquí; quédate conmigo y te beneficiaré». Me
    situó por delante (incluso) de sus hijos, y me casó con su hija mayor. Hizo
    seleccionar para mí mismo  algo  de  su país,  /[B,80]  lo  mejor de  lo que
    tenía en la frontera que lo  separaba de otro país40.  Era una tierra exce­
    lente, cuyo  nombre  era  Iaa.  Producía  higos  y uvas;  el vino  allí era  más
    abundante que el agua; tenía mucha miel y aceite de oliva en gran canti­
    dad; sobre sus árboles había frutos de todo tipo. También había allí ce­
    bada y trigo, y los animales /[B,85] de toda especie eran innumerables. Y
    grandes privilegios  se  me  concedieron por el amor que  se me  testimo­
    niaba. Me hizo jefe de una tribu, de entre las mejores de su país. Se me
    proveía diariamente con raciones de alimento, consistentes en bebida fer­
    mentada41 y vino, así como carne guisada, aves asadas, sin contar los pe­
    queños animales del desierto, /[B,90] pues se cazaban (presas) con tram­
    pa  para  mí  y  (la)  colocaban  ante  mí,  independientemente  de  lo  que


       36 Posiblemente «pasan (en masa)», «desfilan».
       37  R.S, lit. «hacia ella» (según R,93), La misma frase aparece en la inscripción de Tutmosis III
    antes citada, pero más explícita (Urk. IV, 811,15-17): «huevo perfecto de Amón, salido del seno
    (materno) cuando su rostro estaba (ya vuelto) hacia la realeza (rn s y t)».
       38 [N. del T.: Merece la pena destacar el tono con que se habla de la naturaleza divina (y el
    derecho a la realeza) de Sesostris I. No olvidemos que su padre ha sido asesinado, que la legiti­
    midad de la dinastía estaba aún lejos de consolidarse, y que era prioritario afirmarla.]
       39 Leer: nn k t . f  «no se preocupará», «no prestará atención»; cfr.  la  nota de A.  de Buck en
    ]BA  25 (1939), p. 100.
       40 Lit. «sobre su frontera de otro país».
       41 Traducción dudosa de una palabra (m int) mal conocida.
   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44