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• ¿CÓMO ESCUCHO?
Cabe preguntarse, en términos generales, hasta qué punto escuchamos mal. La
investigación demuestra que:
• Sólo usamos aproximadamente un cuarto de nuestra capacidad de escuchar.
• Sólo usamos un décimo de nuestro potencial de memoria.
• En el término de ocho horas nos olvidamos de la mitad de lo que hemos oído.
• Finalmente, olvidamos el noventa y cinco por ciento de lo que hemos oído, a
menos que algo nos lo recuerde después.
• Lo poco que recordamos, lo deformamos.
• Cuando alguien se encuentra con usted por primera vez, ¿con qué tipo de
oyente, además, se encuentra? La pregunta es decisiva cuando de dar una
buena impresión se trata, porque si usted no sabe escuchar, no importa lo
bien vestido/a que esté ni lo dulce que sea su voz ni cuánta fuerza tenga su
lenguaje.
Al no saber escuchar puede comunicar falta de interés, aburrimiento, indiferencia
e incluso hostilidad. Saber escuchar bien es algo que atrae a la gente y la hace sentir
que se la valora y se la entiende.
2.2.2. LEYES DE LA COMUNICACIÓN
• En toda comunicación siempre hay un componente de transmisión de mensaje
(aspectos verbales) y otro de relación (aspectos no verbales).
• No es posible la no comunicación.
• Lo importante no es lo que dice el emisor sino lo que entiende el receptor.
• Cuando el receptor interpreta mal, el responsable es el emisor.
• No dar nunca por supuesto que el receptor sabe cosas.
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