Page 16 - Libro para Angi
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SAL TO DE AMOR POR LA VIDA
extasis. Libertad, gozo, felicidad ... Si alguien me hubieradicho que esta
sensaci6n, tan propia del vuelo en paracaf das, es tambien un est ado
natural para el ser humano, jamas lo hubiera crefdo. Mi condici6n de
terricola, aunque f eliz en todos los sen ti dos, no me habfa proporcionado
este tipo de experiencia. Me cost6 afios, muchos sufrimientos y depurar
mi espiritu para que, sin necesitar de un avi6n y un paracafdas, el gozo
de estar viva pudiera trasladarlo de manera permanente a la vida coti-
diana. Pero ese dfa, ignorante del desenlace que mi vida habrfa de tener,
pensaba que nada superarfa la experiencia del salto.
Al aterrizar, intente hacerlo sobre un lugar que parecfa pasto ...
result6 ser un huizachal. Sin importarme las espinas gritaba jubilosa,
extatica, plena. De inmediato me anote al segundo salto y, como el pri-
mero, lo realice con buena calidad. Obtuve el segundo lugar en la cate-
gorfa de novatos. Regrese a casa con un trofeo, que no signific6 nada
frente al descubrimiento vivido y que serfa la pasi6n de mi vida.
De inmediato comence a competir, a ganar ya destacar. Cada
salto era una emoci6n singular que me duraba varias semanas. Vivfa
para Tequesquitengo, subir nuevamente al avi6n y experimentar la sen-
saci6n del salto.
Igual a un paracafdas que florea en el cielo, mi vida en tierra se
expandfa y cobraba nuevos espacios. A traves del companerismo y la
cercanfa con Serafin, a traves del paracaidismo que ahora era un interes
comun, habfa terminado por enamorarme intensamente de el. Nuestra
hija crecfa sana y hermosa, la situaci6n econ6mica habfa mejorado
notablemente lo que permiti6 cambiarnos a una casa mas amplia, bonita
y centrica. Todo esto representaba una plataforma de lanzamiento que
me inspiraba a ser mejor en mis descensos. Mi mayor anhelo era llenar
cada lfnea de mi bitacora con saltos, Io mas frecuentes que se pudiera,
para superarme a mf misma y ser carnpeona.
Yo existfa para el paracaidismo y el paracaidismo existfa para mf.
Llegue a presenciar accidentes y por supuesto a enterarme de la
fatalidad de algunos de ellos. Pero siempre pensaba: "Sf, que tristeza
que haya pasado, pero el paracaidismo tiene que continuar". Un acci-
dente nunca me pareci6 motivo para dejar de practicar algo tan
maravilloso.
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