Page 18 - Libro para Angi
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SAL TO DE AMOR POR LA VIDA
al que asistirfa el secretario de la Defensa, y queen esa ocasi6n buscara
la manera de exponerle mi caso.
Se realiz6 la exhibici6n y dicho y hecho, caf frente al senor secre-
tario e hice la fonnaci6n. Como era menudita, me podfa zafar rapiuo el
equipo. Al quitarme el casco fue obvio que era mujer. No se si fue mi
sexo o mi pericia lo que impresion6 al secretario.
-Quieroelementoscomoesteenlabrigada-orden6el funcionario.
-Mi general, ella no es militar -le respondi6 el general de brigada.
El secretario se acerc6 a nuestra formaci6n y pregunt6 a uno de
los soldados. -(, Y esas botas por que son tan grandes?
Para mi suerte, el interpelado se trab6, asf que sin pensarlo ni un
instante mas, di un pa so al frente, lo salude y respondf: -Mi general,
esas botas estan compresurisadas y sirven para amortiguar el golpe de
la cafda.
Observaba su expresi6n como diciendome: "Me gusta ... me gusta".
El general de brigada comenz6 a explicarle al secretario.
-Se trata de la muchacha que esta pidiendo un permiso.
Interrumpf al general de brigada.
-Permftame, mi general, deme una oportunidad. Yo quiero sal-
tar y esta es la unica manera en que lo puedo hacer. Deme una opor-
tunidad, un permiso.
De reojo vefa a Serafin completamente sorprendido, sin saber que
hacer pues me la estaba jugando en ese momenta, de todas, todas.
-(,Sabe?, me respondi6 el general, (,DO le gustarfa pertenecer al
ejercito? Elementos como usted, sf me gusta tener.
Todavfa me puse mis monos:
-Siem prey cuando, mi general, no descuide a mis hijos; soy ama
de casa y se que pertenecer al ejercito significa es tar disponible en cual-
quier momenta.
Asf ingrese corno consentida del ejercito, pues me dieron opor-
tunidad de entrenar, ser instructora y saltar, sin tener que pasar revista
y exenta de muchos de los compromisos que implica ser militar. De ahf
en adelante, en todas mis competencias represente al ejercito con tal
exito que me condecoraron.
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