Page 21 - Libro para Angi
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MARIA  ANTONIETA  OSORNIO  RAMIREZ


                 Mi padre era un hombre fuerte,joviaL muy educado. Su vitalidad me
            hacia "entir muy cerca de el. y sobre todo. su comprension y su apoyo.
                 Como una semana antes de morir, mi padre me mando llamar.
                 -Tony. me da miedo que saltes, hija. Ya eres campeona. has he-
           cho lo que has querido, es tiempo de que cambies a otra cosa. Nose ...
            no quisiera que te  pasara nada. Note lo he querido decir antes. pero a
            vece-, no duermo de la preocupacion de que te suceda algo. Ya deja el
            paraca1d1-,mo.
                 -No papa. me pi des eso y me pides la muerte, le conteste. Sentfa
            4  ue mi padre me pedfa un imposible. (,Como abandona una la pas ion de
           1,u v1da'? (.Como decidirse a dar el ultimo salto'? Definitivamente eso no
            podfa ser.
                 Ese  dfa  me  dijo  que  habfa  ido  a  hacer su  testamento  y  querfa
           explicarme como quedaba todo por si el morfa. L,Morirse'? Para mf nada
           podfa estar mas lejano. Lo amaba demasiado para plantear siquiera la
           posibilidad.
                 -Papa, no seas absurdo, no me digas eso nijugando porque tu no
           te  vas a morir todavfa. Para eso falta mucho.
                 De todas maneras insistio en explicarme, con detalle, como habfa
           dispuesto las propiedades y agrego:
                 -Tu, aunque eres la mas chica, eres la mas fuerte.  A  ti  te  va a
           tocar arreglar todo, consolarlos y poner las cosas en orden.
                 Fue la primera vez que paso por mi mente la posibilidad de que
           tanto el como yo habrfamos de morir algun dfa.  La idea de que el  se
           muriera pronto me parecfa abominable. A la semana siguiente, un siete
           de diciembre, Ile go a mi casa de Mexico a dormir. El ocho de diciembre,
           a las cinco de la mafiana toque a su puerta para despedinne. Iba a dejar a
           mi  hermano  al  aeropuerto  y  despues  a  un  desayuno.  Lo  encontre
           acostado, con una sabana muy delgada y el cuarto helado. Habfa colillas
           de cigarro por todas partes, como si hubiera fumado la noche entera. Me
           despedi de el y quedamos de vernos despues.
                 Llegue en la tarde muy cansada y cuando estaba a pun to de recos-
           tarme, sono el telefono. Era mi abuela paterna que habfa comido con mi
           papa. Entre sollozos me dijo:

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