Page 28 - Libro para Angi
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SAL TO  DE  AMOR  POR  LA  VIDA


          dad de que me declararan muerta y enterraran viva. Ofa toda clase de
          comentarios acerca de mi persona, que estoy segura, no hubieran emi-
          tido silos medicos hubieran tenido la certeza de que me daba cuenta de
          cuanto decfan.
               A veces entraba en contacto con esa luz brillante y hermosa que
          habfa vista durante el accidente y por instantes me bafiaba de una sen-
          saci6n deliciosa. Vefa a mi padre, extendiendome los brazos y llaman-
          dome hacia el. De pronto, el mismo dolor agudo me sacudfa y aparecfa
          la imagen de mi madre que tomaba de la mano a cada uno de mis hijos:
          Mariela y Paco y decfa severamente: -jNo voltees aver a tu padre o
          no vuelves aver a tus hijos!
                A veces me vefa rodeada de paracafdas de todos colores, y yo en
          media, volando libremente rodeadadel placer del viento acariciandome
          el cuerpo, que me sostenfa coma en un colch6n invisible ...
               El dolor, la agonfa, el sufrimiento, los medicamentos, mis hijos
          con una expresi6n de miedo, mi marido roto de dolor; agu j as y tubos por
          todas partes, rostros de desesperaci6n, lagrimas vertidas en mi cama de
          agonfa, palabras de aliento; medicos y enfermeras que entraban y salfan,
          morfina para paliar el dolor. .. imagenes sobrepuestas de una realidad o
          de una irrealidad -parecfa no haber diferencia- que me ahogaba. El dfa
          y la noche dejaron de ser distintos pues no habfa tregua, no habfa cambios
          en el  dolor,  habfa  que  luchar instante tras  instante.  El  tiempo habfa
          perdido su cualidad de transcurrir.  Las horns  y los dfas ya no  tenfan
          significado porque mi vida sin movimiento tambien lo habfa perdido.
                El cielo, las nubes, la libertad del vuelo, el indescriptible placer
          del salto en paracafdas habfan quedado sustituidos por la inmovilidad,
          la tracci6n, el respirador, el suero, la sonda, mis  suplicas de que  me
          inyectaran nuevamente para quitarme el dolor... el dolor. ..
                Hay tanto que decir acerca del dolor y al mismo tiempo no hay
          nada que decir. El dolor es lo que es. No creo que haya alguien que lo
          soporte. Es un tirano que doblega hasta al mas fuerte, al mas decidido.
          El dolor rompe todos los lfmites de la dignidad humana y obliga al ser
          humano a arrastrarse, a revolcarse en la inconsciencia de sf mismo. El dolor
          no ofrece tregua, es implacable, no conoce la piedad, no responde ante las

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