Page 136 - El Bosque de los Personajes Olvidados
P. 136

es también, y poderosa, y me permite flaquear cuando estoy cansado”. Eso por

               lo que respecta a papá. Y ni modo que mamá dijera: “Mi escritor es un
               zopenco”, porque así habla mamá, aunque diga que no debo decir malas
               palabras ella sí que lo hace, como casi todos los adultos cuando están enojados,
               “me ha dibujado tan mala y cruel que me ha condenado a la soledad, dejando
               de lado que también quiero y necesito amar, ser una mujer independiente y no
               requerir que nadie me salve, lo cual no significa que esté exenta de disfrutar la
               compañía, las risas y el romance” —dijo el mago y dio un largo suspiro antes de
               continuar—: Pero como en nuestro mundo la sociedad es “perfecta” y los
               padres no pueden aceptar que se han equivocado en sus decisiones, y están
               condenados a ser infelices para siempre en lugar de poner punto final a sus
               relaciones y comenzar nuevas historias, los míos simplemente mantuvieron en
               secreto su amor y su desamor, y pues de allí surgí yo: de un padre valiente y de
               una madre poderosa. Provengo de un mundo donde la valentía se relaciona con
               la barbarie, y el poder con la soledad.


               ”Así que, mi querida princesa, lo que yo hago es cumplir con el papel que se me
               asignó, porque hay cosas imposibles de cambiar, pues representan nuestra
               esencia. Yo no puedo renunciar a mi magia. Puedo escoger no utilizarla, eso sí,
               pero no negar que existe en mí; de la misma manera que no puedo olvidar de
               quién soy hijo, y cargar, hasta cierto punto, con una especie de estigma que me

               condiciona, aunque sí tengo la posibilidad de elegir los términos en los cuales
               asumiré dicha condición.

               ”Como bien ha dicho nuestro amigo Raki —no saben cuánta emoción sentí

               cuando lo escuché decir que me consideraba su amigo—, ¿qué más podían
               esperar del hijo de la Bruja Oscura más poderosa de todas las historias, quien,
               además, se siente muy sola en su montaña, y del Príncipe Valiente, quien no tuvo
               el valor de aceptar que estaba harto de ser valiente todo el tiempo ni de
               reconocer que había tenido un hijo con mi mamá?


               ”Lo que se podía esperar de tal suma de personalidades es que yo hiciera las
               cosas a mi modo. Por eso, cuando descubrí que un escritor estaba ideando en su
               cabeza a una princesa que buscaba escribir su propia historia, apliqué para ser
               el villano de ésta y, dados mis antecedentes, me dieron el papel casi de
               inmediato. Cualquiera esperaría que mi papel del villano más malo de todos
               fuera magistral, y de algún modo lo es, pues te he puesto en una encrucijada
               única, de la medida adecuada para una princesa que tendrá un final único.
   131   132   133   134   135   136   137   138   139   140   141