Page 54 - Sentido contrario en la selva

El plato se me cayó de las manos. Lo bueno es que el piso es de tierra y se salvó.

Lo recogí y quise decir algo importante pero que no se viera que me estaba
brincando el personajito del interior.

—Clau, si lo encuentro le pondré tu nombre.

Claudia se despidió con un beso volado y se fue a su cabaña. Nos
encontraríamos de regreso de nuestras expediciones. En cuanto salió, mi
personajito se puso a gritar, pero esta vez en voz alta: “Te amo, eres más

hermosa que la reina de los jaguares, estoy perdido de amor…” Entonces, a mi
personajito se le pusieron los pelos de punta cuando vio a Claudia asomándose
de nuevo en la palapa con una sonrisa extraña.

—Se me olvidó decirte, Nicolás, esta vez lo encontrarán y será hembra. Tendrás
que bautizarla —agregó, alejándose deprisa.

Era de madrugada cuando Sita me despertó.

—Nico, alístate. ¿Será que ahora sí?… —preguntó dándome un beso que yo
agradecí, agradeciendo también que no hubiera nadie cerca.

—Ahora sí —le aseguré y me alegré de su cara de asombro confiado.