Page 73 - Escalera al cielo
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llamados sólidos platónicos. Al terminar su ejecución
se escuchó un redoble de tambores y un hombre pequeño
pero robusto, de bigote puntiagudo, simpática chistera
y largo látigo negro, apareció bajo los reflectores.
Con elegante ademán teatral, dijo: que otros se jacten
de ser maestros de ceremonias, a mí me enorgullece ser
un simple alumno de ceremonias, un aprendiz de la vida.
Este látigo que aquí aprecian solo a mí fustiga,
en las hondas horas del desasosiego. Pero no hablemos
de mí ni de mis miserias, sino del milagroso acto
que a continuación presenciaremos. Antes debo advertir
a tan respetable público, que este acto es producto solo
de un ingenioso juego de espejos, ilusionismo creado
con fines recreativos, y queda prohibida su utilización
proselitista, elitista o cualquier otro tipo de ista habido
o por haber. Se escuchó otro redoble de tambores
y el alumno de ceremonias a grandes voces anunció:
con ustedes, directo de la lejana Península Escandinava,
el científico que comprobó la existencia del alma