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Πέρσαι             Los persas

        ΧΟΡΟΣ                                                         CORO. —
        Τάδε μὲν Περσῶν τῶν οἰχομένων                                 Estos que aquí estamos, tras partir los persas para tierra
        Ἑλλάδ’ ἐς αἶαν πιστὰ καλεῖται,                                griega, recibimos el nombre de fieles y, por privilegio de
        καὶ τῶν ἀφνεῶν καὶ πολυχρύσων                                 nuestra ancianidad, el de guardianes de estas ricas
        ἑδράνων φύλακες, κατὰ πρεσβείαν                               moradas repletas de oro.
        οὓς αὐτὸς ἄναξ Ξέρξης βασιλεὺς  5                             5 El propio Rey, el soberano Jerjes, que nació de Darío,
        Δαρειογενὴς                                                   nos escogió para cumplir la misión de velar por nuestro
        εἵλετο χώρας ἐφορεύειν.                                       país.
        ἀμφὶ δὲ νόστῳ τῷ βασιλείῳ                                     Preocupado por la vuelta del Rey y la de su ejército en
        καὶ πολυχρύσου στρατιᾶς ἤδη                                   oro abundante, como adivino de desgracias, ya se siente
        κακόμαντις ἄγαν ὀρσολοπεῖται  10                              demasiado turbado el corazón dentro de mí.
        θυμὸς ἔσωθεν.                                                 Todo el vigor de la juventud en Asia nacida ha partido,
        πᾶσα γὰρ ἰσχὺς Ἀσιατογενὴς                                    y por su esposo se queja aullando 〈la esposa que lo echa
        οἴχωκε, νέον δ’ ἄνδρα βαΰζει,                                 de menos.〉 [ ]. ¡Y no hay mensajero 15 ni ningún jinete
                                                                                1
        κοὔτε τις ἄγγελος οὔτε τις ἱππεὺς                             que llegue a esta ciudad de los persas!
        ἄστυ τὸ Περσῶν ἀφικνεῖται·  15                                Marcharon dejando tras ellos Susa y Ecbatana, y la
        οἵτε τὸ Σούσων ἠδ’ Ἀγβατάνων                                  fortaleza antigua de Cisa [ 1bis ], unos a caballos; los otros
        καὶ τὸ παλαιὸν Κίσσιον ἕρκος                                  en naves; y a pie,  20 los soldados de la infantería,
        προλιπόντες ἔβαν, τοὶ μὲν ἐφ’ ἵππων,                          formando una masa compacta de tropas de guerra.
        τοὶ δ’ ἐπὶ ναῶν, πεζοί τε βάδην
        πολέμου στῖφος παρέχοντες·  20
        οἷος Ἀμίστρης ἠδ’ Ἀρταφρένης                                  Tales fueron Amistres, Artafrenes, Megabates y
        καὶ Μεγαβάτης ἠδ’ Ἀστάσπης,                                   Astaspes, jefes persas, reyes que son del Gran Rey
        ταγοὶ Περσῶν,                                                 vasallos, 25 como capitanes de un ejército inmenso, al
        βασιλῆς βασιλέως ὕποχοι μεγάλου,                              mando de aquellos que vencen disparando flechas, de los
        σοῦνται, στρατιᾶς πολλῆς ἔφοροι,   25                         caballeros que infunden pavor sólo al verlos y que son
        τοξοδάμαντές τ’ ἠδ’ ἱπποβάται,                                en la lucha terribles por la fama gloriosa de sus almas
        φοβεροὶ μὲν ἰδεῖν, δεινοὶ δὲ μάχην                            tenaces. Y Artembares, en su carro de guerra.  30  Y
        ψυχῆς εὐτλήμονι δόξῃ·                                         Masistres; y el arquero triunfante, el esforzado Imeo; y
        Ἀρτεμβάρης θ’ ἱππιοχάρμης                                     Farandaces; y Sóstanes, que a la lucha se lanza a caballo.
        καὶ Μασίστρης, ὅ τε τοξοδάμας  30
        ἐσθλὸς Ἰμαῖος Φαρανδάκης θ’,
        ἵππων τ’ ἐλατὴρ Σοσθάνης.
        ἄλλους δ’ ὁ μέγας καὶ πολυθρέμμων                             A otros los envió el dilatado Nilo, el río que tanta tierra
        Νεῖλος ἔπεμψεν· Σουσισκάνης,                                  fertiliza [ ]: Susíscanes, 35 Pegastón —hijo de Egipto—
                                                                             2
        Πηγασταγὼν Αἰγυπτογενής,   35                                 y el magnífico Arsames, señor de la sagrada Menfis; y
        ὅ τε τῆς ἱερᾶς Μέμφιδος ἄρχων                                 el que gobierna la venerable Tebas: Arimardo; y en las
        μέγας Ἀρσάμης, τάς τ’ ὠγυγίους                                naves, los hábiles remeros de pantanosas aguas; 40 y
        Θήβας ἐφέπων Ἀριόμαρδος,                                      una muchedumbre innumerable.
        καὶ ἑλειοβάται ναῶν ἐρέται
        δεινοὶ πλῆθός τ’ ἀνάριθμοι.   40                              Sigue una multitud del pueblo lidio  —gente de vida
        ἁβροδιαίτων δ’ ἕπεται Λυδῶν                                   regalada—, que ejercen su  dominio sobre todos los
        ὄχλος, οἵτ’ ἐπίπαν ἠπειρογενὲς                                pueblos de su continente [ ]: Metrogates y el valiente
                                                                                            3

       1  Conjetura del traductor.
       1bis  Susa es una de las tres capitales del imperio persa. Ecbatana es la segunda ciudad. Cisa no es una ciudad, sino una región
       situada entre las dos ciudades citadas
       2  Después de enumerar las tropas persas, propiamente dichas, cita el Coro las de otros países vinculados, de algún modo,
       al imperio de Jerjes.
       3  Ya están lejos los días en que esta afirmación del Coro fuera verdad. Desde que Ciro conquistó Lidia —546 a. C.—, si los
       nobles lidios tenían algún poder, era éste delegado del rey de Persia.
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