Page 46 - Esquilo - Πέρσαι ♦ Los persas
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Βατανώχου παῖδ’ Ἄλπιστον   980                                Sesamas,  de  Megábates  985  hijo, y  a  Parto,  y  al
           .   .   .   .   .                                          magnífico Ebares, los dejaste también? ¿Los dejaste?
        τοῦ Σησάμα τοῦ Μεγαβάτα,                                      ¡Oh,  oh,  〈¡oh〉!  ¡Desgraciados  de  ellos!  985  Estás
        Πάρθον τε μέγαν τ’ Οἰβάρην                                    contando desgracias que son más que desgracias para
        ἔλιπες ἔλιπες; ὢ ὢ ‹ὢ› δᾴων.   985                            los nobles persas.
        Πέρσαις ἀγαυοῖς κακὰ πρόκακα λέγεις.

        ΞΕ. ἴυγγά μοι δῆτ’   [ἀντ. γ.                                 Antístrofa 3.ª
        ἀγαθῶν ἑτάρων ὑπορίνεις,                                      JERJES. — Traes a mi memoria la nostalgia de nobles
        ‹ἄλαστ’› ἄλαστα στυγνὰ πρόκακα λέγων.   990                   camaradas,  990  al hablar  de supremas desgracias,
        βοᾷ βοᾷ ‹μοι› μελέων ἔντοσθεν ἦτορ.                           horribles,  〈inolvidables〉,  inolvidables. Dentro de mi
                                                                      pecho 〈me〉 grita el corazón.

        ΧΟ. καὶ μὴν ἄλλους γε ποθοῦμεν,                               CORO.  —  También, es verdad, echamos de menos a
        Μάρδων ἀνδρῶν μυριοταγὸν                                      otro, al jefe de miles de soldados mardos  [ ]  a Jantes, y
                                                                                                       102
        Ξάνθην, Ἀρίων τ’ Ἀγχάρην,                                     al ario Ancares, 995 a Diexis y a Arsaces, que eran los
        Δίαιξίν τ’ ἠδ’ Ἀρσάκην   995                                  jefes de los caballeros; a Hegdabates, Litimnas y Tolmo,
        ἱππιάνακτας,                                                  insaciable en la lucha.  1000  Atónito quedo, atónito
        κἠγδαδάταν καὶ Λυθίμναν                                       quedo de que no te acompañen rodeando tus tiendas
        Τόλμον τ’ αἰχμᾶς ἀκόρεστον.                                   dotadas de ruedas  [ ] .
                                                                                      103
        ἔταφον ἔταφον, οὐκ ἀμφὶ σκηναῖς  1000
        τροχηλάτοις, ‹οὐκ› ὄπιθεν ἑπομένους.

        ΞΕ. βεβᾶσι γὰρ τοίπερ ἀγρέται στρατοῦ.   [στρ. δ.             Estrofa 4.ª
                                                                      JERJES. — Han muerto —sí— los jefes del ejército.

        ΧΟ. βεβᾶσιν, οἴ, νώνυμοι.                                     CORO. — Han muerto —¡ay!— sin gloria.

        ΞΕ. ἰὴ ἰή, ἰὼ ἰώ.                                             JERJES. — ¡Ay, ay! ¡Qué dolor!

        ΧΟ. ἰὼ ἰώ, δαίμονες, 1005                                     CORO. 1005 — ¡Qué pena! Deidades causaron un
        ἔθεσθ’ ἄελπτον κακὸν                                          inesperado desastre, manifiesto a los ojos de todos.
        διαπρέπον, οἷον δέδορκεν Ἄτα.                                 ¡Qué claro es que Ate ha mirado!

        ΞΕ. πεπλήγμεθ’ οἵᾳ δι’ αἰῶνος τύχᾳ·   ἀντ. δ.[                Antístrofa 4.ª
                                                                      JERJES. — Hemos sido heridos †de una mala suerte que
                                                                      durará a través de los siglos.†

        ΧΟ. πεπλήγμεθ’· εὔδηλα γάρ·                                   CORO. — Hemos sido heridos. Eso está bien claro.

        ΞΕ. νέᾳ νέᾳ δύᾳ δύᾳ·   1010                                   JERJES. —1010 Por una calamidad inaudita. Por un
                                                                                            104
                                                                      desastre que nunca se vio  [ ] .

        ΧΟ. Ἰαόνων ναυβατᾶν                                           CORO. — Por haber tropezado sin buena suerte con
        κύρσαντες οὐκ εὐτυχῶς.                                        marinos jónicos. ¡Infortunado en la guerra  el pueblo
        δυσπόλεμον δὴ γένος τὸ Περσᾶν.                                persa!



       102  Los mardos, tribu nómada, se integraron en el imperio persa durante el reinado de Ciro. A la astucia de un mardo de su
       ejército se debió la conquista de Sardes. (Cf. HERÓD., I 84, 125.)
       103  Se refiere al carro oriental (harmámaxa), entoldado y con cortinajes, propio de reyes y magnates, en el que se desplazaban
       acompañados de sus mujeres.
       104  Propugnamos que el sentido de νέᾳ no es el de «novedad» con respecto a otro/a, sino el de «originalidad terrible».
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