Page 45 - Esquilo - Πέρσαι ♦ Los persas
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ΞΕ. ἵετ’ αἰανῆ [καὶ] πάνδυρτον   [ἀντ. α.                     JERJES.  Antístrofa 1.ª
        δύσθροον αὐδάν. δαίμων γὰρ ὅδ’ αὖ                             Lanzad un lúgubre grito muy plañidero,  cargado de
        μετάτροπος ἐπ’ ἐμοί.                                          acentos de dolor, pues ya se volvió contra mí la deidad.

        ΧΟ. ἥσω τοι τὰν πάνδυρτον,                                    CORO.  —  Lanzaré, sí, †también una  〈canción〉†
        ζαπαθέα τε σέβων ἁλίτυπά τε βάρη,  945                        plañidera en extremo, 945 en honor de los sufrimientos
        πόλεως γέννας πενθητῆρος.                                     de nuestro ejército, por los golpes recibidos del mar,
        ‹κλάγξω› κλάγξω δὲ γόον ἀρίδακρυν.                            pesadumbre de nuestra raza sumida en llanto. Gritaré
                                                                      desde  ahora un gemido acompañado de múltiples
                                                                      lágrimas.
        ‹ΞΕ.› Ἰάων γὰρ ἀπηύρα,   950   [στρ. β.
        Ἰάων ναύφαρκτος                                               Estrofa 2.ª
        Ἄρης ἑτεραλκὴς                                                JERJES. 950 — El Ares  [ ]  de los jonios los arrebató. El
                                                                                          98
        νυχίαν πλάκα κερσάμενος                                       Ares de los jonios protegido en las naves,
        δυσδαίμονά τ’ ἀκτάν.                                          desequilibrando en su propio favor las fuerzas en lucha,
                                                                      segó la sombría llanura del mar y la malhadada ribera
                                                                      [ ] .
                                                                       99
        ΧΟ. - οἰοιοῖ, βόα καὶ πάντ’ ἐκπεύθου.   955
        - ποῦ δὲ φίλων ἄλλος ὄχλος;                                   CORO. 955 — ¡Ay, ay, ay! ¡Grítalo y pregúntalo todo
        - ποῦ δέ σοι παραστάται,                                       100
        οἷος ἦν Φαρανδάκης,                                           [ ] .  ¿Dónde está la restante multitud de tu gente?
        Σούσας, Πελάγων, Δοτάμας, Ψάμμις,                             ¿Dónde tus ayudantes, como era Farandaces, Susas,
        Σουσισκάνης τ’, ἠδ’ Ἀγαβάτας   960                            Pelagonte y Agábatas,  Dótamas, Samis y  960
        Ἀγαβάτανα λιπών;                                              Susíscanes que Ecbatana dejó?

        ΞΕ. ὀλοοὺς ἀπέλειπον   [ἀντ. β                                Antístrofa 2.ª
        Τυρίας ἐκ ναὸς                                                JERJES. — Muertos los dejé. Por desgracia cayeron de
        ἔρροντας ἐπ’ ἀκταῖς                                           una nave de Tiro 965 sobre los escollos de Salamina y se
        Σαλαμινιάσι, στυφελοῦ   965                                   estrellaron contra la dura ribera.
        θείνοντας ἐπ’ ἀκτᾶς.

        ΧΟ. - οἰοιοῖ, ποῦ δή σοι Φαρνοῦχος;                           CORO. — ¡Ay, ay, ay! †¿Y dónde tienes† a tu Farnuco
        - κἀριόμαρδός γ’ ἀγαθός;                                      y al valiente  Ariomardo? ¿Dónde el  jefe Sevalces, de
        - ποῦ δὲ Σευάλκης ἄναξ,                                       rango de  príncipe, 970 o Lileo, el de noble linaje, Menfis,
        ἢ Λίλαιος εὐπάτωρ,  970                                       Táribis y Masistras, Artembares e Histecmas? Esto te
        Μέμφις, Θάρυβις, καὶ Μασίστρας,                               pregunto en segundo lugar.
        Ἀρτεμβάρης τ’ ἠδ’ Ὑσταίχμας;
        τάδε σ’ ἐπανέρομαι.

        ΞΕ. ἰὼ ἰώ μοι,   [στρ. γ.                                     Estrofa 3.ª
        τὰς ὠγυγίους κατιδόντες   975                                 JERJES. 975 — ¡Ay, ay de mí! Tras haber contemplado
        στυγνὰς Ἀθάνας πάντες ἑνὶ πιτύλῳ,                             la antigua, la odiosa Atenas, todos ellos, como resultado
        ἐἕ, ἐἕ, τλάμονες ἀσπαίρουσι χέρσῳ.                            de un  solo  ataque  —¡ay, ay—!, los desgraciados,
                                                                      agonizaron en tierra firme.

        ΧΟ. ἦ καὶ τὸν Πέρσαν αὐτοῦ                                    CORO. — ¿Y a la flor de los persas, al que en todo tenías
        τὸν σὸν πιστὸν πάντ’ ὀφθαλμὸν                                 como ojo  [ ]  leal, el que contaba por miles y miles sus
                                                                              101
        μυρία μυρία πεμπαστὰν                                         tropas,  980  Alpisto,  hijo de Batanuco,  〈…〉  el de

       98  Antonomasia: «el valor guerrero». Ares es el dios de la guerra.
       99  Salamina. Como tema dominante se repite.
       100  El Coro se apostrofa a sí mismo.
       101  Muchos funcionarios del imperio persa eran designados con el título de «Ojo del Rey».
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