Page 107 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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SISTEMA MONETARIO 101
por fin, a hablar. Comparadas con las monedas de oro y plata de los reyes
persas y de las innumerables ciudades griegas, o con las de los reyes de Macedonia
anteriores a Alejandro, estos símbolos monetarios revelan un fenómeno muy
singular.
En páginas anteriores hemos dicho que el rey Filipo implantó en sus terri
torios un nuevo sistema monetario; esta medida fué, al decir de un famoso histo
riador, algo así como un primer paso lejano hacia la conquista de Persia. La
reforma consistió en que, mientras en él mundo helénico regía el patrón plata
y en el imperio persa el patrón oro, Filipo mandó acuñar piezas de oro ajustán
dose a la ley de los dáñeos y piezas de plata con la ley más aproximada al valor
comercial del oro. Es decir, que instituyó el patrón oro “no en sustitución, sino
al lado del patrón plata, que hasta entonces era el único usual en el mundo
griego o, lo que es lo mismo, implantó dentro de su reino el patrón monetario
doble” . Sus monedas de plata se regularon con arreglo a la proporción de valor
entre el oro y la plata, que era, en el comercio, de 1:12,51, correspondiendo 15
piezas de plata de 7,24 gramos por cada moneda de oro de 8,60 gramos; era,
sobre poco más o menos, el patrón monetario del dinero-plata de Rodas, muy
extendido en aquellos tiempos.*
Las monedas de oro de Alejandro conservan el mismo peso y la misma ley
de los “filipeos”; en cambio, sus monedas de plata se ajustan a un sistema
completamente distinto: son tetradracmas de 17 a 17,20 gramos, con fracciones
ajustadas en un todo al sistema ático, en que el oro se valora a razón de 1:12,30.
Esta reducción de valor no tenía por mira solamente el abandonar el patrón
doble de Filipo para volver al patrón plata de los helenos y convertir, como en
lo sucesivo se hizo, el “dracma alejandrino” en la moneda general de pagos
a lo largo de todo el reino, sino que —y esto es precisamente lo que, en relación
con el problema aquí planteado, nos interesa— observamos que entre la gran
masa de dracmas emitidos por Alejandro no se conserva ni una sola pieza acuña
da con arreglo al patrón monetario de Filipo.
A nadie se le ocurrirá pensar que esta reforma monetaria se implantó por
capricho, sin algún motivo esencial. Cuando Filipo introdujo el patrón doble, lo
hizo con la mira de fijar el precio de los dos metales nobles, manteniéndolos así
en equilibrio, frente a la baja que el precio del oro experimentaba en el comer
cio con el mundo griego, donde regía el patrón plata. Si el valor del oro se
guía bajando, ello traería como consecuencia que emigrase de Macedonia la plata,
como venía ocurriendo ya en Persia, en la medida en que el valor de la plata
rebasase el de la cantidad de oro con que aquélla podía comprarse. El nuevo
sistema monetario implantado por Alejandro declaraba la guerra al oro persa,
por decirlo así; el oro quedaba convertido en simple mercancía, en una mercancía
que, cuando llegaran a conquistarse los tesoros del rey de Persia y se devolviera
al comercio la enorme masa de oro inmovilizada en ellos, podría seguirse depre
ciando, sin revolucionar en la misma medida los precios vigentes en el mundo
* Véase nota sobre Monedas, pesos y medidas, al final. (Ed.)