Page 123 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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EL  IMPERIO  PERSA                     117

      y  lo  más  fácil  era  matar  el  peligro  mismo  en  su  raíz.  Para  ello,  estableciéronse
      contactos  con la  corte  macedonia  y  el  rey  Filipo  —según  había  de  declarar  más
      tarde Alejandro,  en  un mensaje  dirigido  al  gran  rey—  fué  asesinado  con  su  cono­
      cimiento  y  por  su  voluntad.  En  efecto,  aquel  golpe  parecía  haber  hecho  abortar
      la  temida  empresa,  y  los  disturbios  que  a  poco  estallaron  en  Tesalia,  en  toda  la
       Hélade,  en  la  Tracia  y  en  Iliria  disiparon  hasta  la  última  preocupación  que  pu­
       diera  quedar;  y  cuando  Atalo,  a la  cabeza  de  sus  tropas  y  en  connivencia  con  los
      estadistas  dirigentes  de  Atenas,  se  pronunciaba  en  contra  de  la  subida  al  trono
      de  Alejandro,  parecía  que  las  intrigas  políticas  iban  a  triunfar  una  vez  más.
      Ya  Memnón  había  atacado  a  Magnesia,  ocupada  por  Parmenión  y  Atalo,  infli­
      giéndoles  sensibles  pérdidas  por  medio  de  hábiles  maniobras.  Sin  embargo,  todas
      aquellas  esperanzas  resultaron  fallidas.  Alejandro  había  logrado  poner  en  orden
      los  asuntos  de  Macedonia  y  pacificar  Grecia;  Atalo  fué  eliminado  y  sus  tropas
      reducidas  rápidamente  a  la  obediencia.  Parmenión  había  ocupado  con  una  parte
       de su ejército el Grineón para volverse luego contra Pitane, mientras Calas, hijo de
      Harpalo,  al  frente  del resto  de las  tropas,  se  establecía  en  el  interior  de  la  región
      de  Tróade.  La  campaña  del  rey  macedonio  contra  los  tracios,  los  tribalos  y  los
      ilirios  daba  a  la  corte  persa  un  nuevo  respiro;  lo  aprovechó,  es  verdad,  para
      movilizar  el  ejército  de  tierra  y  la  potencia  naval  de  las  costas  marítimas;  pero,
      a  pesar  de  todo,  seguía  especulando  con  la  deserción  y  la  sublevación  de  los
      estados  de  la  Hélade,  seguía  esperando  a  ver  hasta  dónde  llegaba  Memnón  con
      su  pequeño  contingente  de  tropas.
          El  punto  más  importante  para  proteger  a  Persia  contra  una  invasión  por  el
      Helesponto  era  Cícico;  esta  ciudad  libre y  densamente  poblada,  construida  sobre
       una isla separada del continente por un brazo  de  mar fácilmente vadeable,  fuerte­
       mente  amurallada  en  los  últimos  decenios,  dotada  de  abrigos  para  200  trieras,
       aseguraba a  quien la  tuviese  en  sus  manos  o la  ganase para  su  causa  una  posición
       que  dominaba  la  Propóntide,  la  costa  asiática  hasta  Lampsaco  y  la  entrada
       oriental  del  Helesponto.  Para  el  cuerpo  expedicionario  macedonio  que  operaba
       en  el  Asia  era  de  la  mayor importancia  que  esta  ciudad  volviese  la  espalda  a  los
       persas.  Memnón  intentó  tomarla  por  medio  de  un  golpe  de  mano;  al  frente
       de  5,000  mercenarios  griegos,  salió  de  las  posiciones  que  ocupaba  en  la  Bitinia
       occidental y fué acercándose a marchas  forzadas;  estuvo  a punto  de  apoderarse  de
       la  ciudad,  cuyas  puertas  estaban  abiertas  de  par  en  par,  en  la  creencia  de  que  el
       ejército  que  se  acercaba  era  el  de  Calas;  en  vista  de  que  no  había  logrado  su
       propósito,  Memnón  asoló  los  campos  que  rodeaban  la  ciudad  y  se  dirigió  ve­
       lozmente  a  la  Eólida,  donde  Parmenión  tenía  sitiada  la  plaza  de  Pitane;  al  apa­
       recer las  tropas  de  Memnón,  fué levantando  el  cerco.  Sin  pérdida  de  momento,
       marchó hacia la Tróade —la ciudad  de  Lampsaco  estaba  también  en  su  poder—,
       donde  se  le  había  adelantado  ya  considerablemente  Calas;  Lampsaco  ofrecía  un
       excelente punto  de apoyo  para los  mercenarios  al  servicio  de  los  persas;  las  tropas
       de  Memmón,  superiores  en  número,  salieron  victoriosas  en  una  batalla  y  Calas
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