Page 307 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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PREPARATIVOS PARA LA CAMPAÑA INDICA 303
no había necesitado ser muy considerable paia ir sometiendo, una por una, a las
distintas satrapías, no era lo suficientemente fuerte, con los efectivos que había
tenido en la Bactriana durante los dos años anteriores, para luchar contra los
estados índicos, densamente poblados y provistos de grandes fuerzas armadas. Es
cierto que habían afluido continuamente hacia el Asia, atraídos por el botín y
por la fama, nuevos y nuevos miles de soldados, macedonios que habían cumpli
do ya, al parecer, su servicio militar y mercenarios, tracios, agríanos y helénicos,
con lo que la cifra inicial de 35,000 combatientes con que Alejandro había co
menzado su campaña asiática en el año 334 había llegado, probablemente, a
duplicarse, en los seis años transcurridos, a pesar de las muchas pérdidas de hom
bres sufridas en las batallas, por las interminables fatigas, las marchas a través de
las montañas cubiertas de nieve y los desiertos, las influencias climatológicas y los
trastornos de salud causados tanto por las privaciones como por los excesos. Pero,
por otra parte, hay que tener en cuenta que Alejandro había licenciado y enviado
a sus casas a los aliados helénicos y tesalienses y que en los países ocupados y en
las principales plazas de armas había ido dejando guarniciones que absorbían una
cantidad considerable de tropas; solamente la Bactriana retuvo un cuerpo de ejér
cito de 10.000 hombres de infantería y 3.500 de caballería; y no cabe duda de
que serían también importantes los contingentes armados destacados en Alejan
dría de Arajosia, en Ecbatana, en Babilonia, en el Egipto, etc., aunque es muy
probable que las satrapías occidentales sobre todo fuesen completando sus efecti
vos militares a costa de las reclutas hechas en Europa y no tomando tropas del
gran ejército. Con vistas a la campaña índica, Alejandro había reforzado su ejér
cito con contingentes tomados de los aguerridos pueblos de la Ariana y la Oxiana.
Y más tarde, la construcción de la flota del Indo habrá de demostrar que forma
ban también parte de este ejército, en considerable número, fenicios, chipriotas
y egipcios. Los efectivos de este ejército, en los días en que seguía el curso del
Indo, ascendían, según cálculos bastante fidedignos, a unos 120,000 hombres.*
Como vemos, este ejército no era ya, si nos fijamos en su material humano,
un ejército heleno-macedonio, pero seguía siéndolo desde el punto de vista de la
organización; y el hecho de que las siguientes campañas se realizasen y fuesen
llevadas adelante con este ejército nos permite sacar conclusiones ciertas en lo to
cante a la firme disciplina que reinaba en él, a la administración de este ejército
y a su organización, a la autoridad de los mandos y, sobre todo, al espíritu militar y
a la consumada pericia de su oficialidad; cosas éstas de las que, ciertamente, no
nos dicen nada o poco menos que nada las fuentes históricas y que, sin embar
go, son los rasgos que menos pueden faltar en el cuadro de la historia de las gue
rras de un Alejandro. Este ejército, que había sabido encuadrar y formar una mul
titud tan grande de elementos extranjeros dentro del marco firme del núcleo
macedónico, convirtióse en el núcleo y, si vale la expresión, en la escuela de aque
lla formación helénica que se desprendía de la naturaleza misma del nuevo im
* Véase nota 13, al final.