Page 309 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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LUCHAS  DEL  LADO  ACA  DEL  INDO             305

      pes  propios,  tienen  su  nombre  especial.  En  el  mismo  valle  del  Cofen  moraban
      los  astacenes,  llamados  probablemente  así  por  habitar  al  oeste  (asta)  del  Indo.
          Desde  Nicea,  Alejandro  envió  heraldos  a  los  príncipes  indios  que  reinaban
      en  el  curso  inferior  del  Cofen  y  en  las  márgenes  del  Indo,  invitándolos  a  que  se
      presentasen  ante  él  para  rendirle  pleitesía.  Respondiendo  a  esta  invitación,  acu­
      dieron  el  príncipe  de  Taxila  y  varios  rajás  del  lado  acá  del  Indo,  ataviados
      con toda la  pompa  de los  príncipes  hindúes,  sobre  elefantes  ricamente  adornados
      y  seguidos  de  un  brillante  cortejo;  presentaron  al  rey  valiosos  regalos  y  ofrecié­
      ronle sus elefantes, veinticinco en total, para  que hiciera  de ellos  el  uso  que  mejor
      le  pareciese.  Alejandro  les  hizo  saber  que  se  proponía  pacificar  en  el  transcurso
      del  verano  las  tierras  que  se  extendían  hasta  el  Indo,  que  recompensaría  a  los
      príncipes  que  se  habían  presentado  ante  él  y  sabría  obligar  a  la  obediencia  a
      quienes  se  resistieran  a  someterse;  pensaba  pasar  el  invierno  en  las  márgenes  del
      Indo, para  castigar en la primavera siguiente  a los  enemigos  de  su  aliado,  el  prín­
      cipe  de  Taxila.  En  seguida  dividió  sus  fuerzas  armadas  en  dos  ejércitos,  uno  de
      los cuales,  al mando  de  Pérdicas  y Efestión,  debía  bajar  por la  orilla  derecha  del
      Cofen hasta  el  Indo,  mientras  que  el  otro,  mandado  por  él  mismo,  cruzaría  por
      el territorio situado al norte del mismo río, territorio muy difícil y poblado por tri­
      bus  belicosas.  Este  doble  movimiento  tenía  por  objeto  evitar  que  los  pueblos
      del  norte  y  del  sur  del  Cofen,  atacando  a  un  tiempo,  ofreciesen  una  resistencia
      común y  se ayudasen  mutuamente  y,  al  mismo  tiempo,  avanzando  por  los  valles
      transversales  del  norte,  rebasar  los  pasos  del  sur  y  con  el  avance  por  estos  desfi­
      laderos  coger  de  flanco  a  las  tribus  del  norte,  contra  las  que  se  ponía  en  movi­
      miento  la  columna  de  Alejandro;  el  punto  de  reunión  de  los  dos  ejércitos  sería
      la  llanura  situada  entre  Pechaver  y  Attok.  Una  vez  que  fuesen  dueños  de  los
      caminos y desfiladeros  dejados a su retaguardia,  podrían pensar en  cruzar el  Indo.


                          LUCHAS  D EL  LADO  ACÁ  D EL  INDO
          Efestión y Pérdicas,  con las  falanges  de  Gorgias,  Clito  y  Meleagro,  la  mitad
      de la  caballería  macedonia  y  todos  los  jinetes  mercenarios,  siguieron  el  curso  del
      río  Cofen,  por  la  orilla  derecha,  donde  moraban  los  gándaras,  acompañados  de
      los  príncipes  indios  que  habían  presentado  sus  respetos  al  rey  y  que  regresaban
      con este ejército a  sus tierras.  Los  jefes  de esta  columna llevaban  orden de  ocupar
      todas  las  plazas  importantes  y,  si  encontraban  resistencia,  tomarlas  por  la  fuerza
      y,  una vez  que llegasen a las  orillas  del  Indo,  emprender  inmediatamente  la  cons­
      trucción  de los  puentes  por  los  que  AJejandro  penetraría  al  interior  de  la  India,
      con  sus  tropas.
          Por  su  parte,  Alejandro,  con  los  hipaspistas,  la  otra  mitad  de  la  caballería,
      la  mayor  de  las  falanges,  los  arqueros,  los  agríanos  y  los  acontistas  de  a  caba­
      llo,  cruzó el  Cofen y se  dirigió  por  el  desfiladero  de  Djelabad  hacia  el  este.  Allí,
      el  Joes  o  Joaspes,  alimentado  por  los  glaciares  del  Putchi-kur  en  las  altaá  mon­
      tañas,  desciende  al  valle,  formando  al  principio  una  garganta  escarpada  que  corre
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