Page 117 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


          sagrado, 3  huyó  de  la  capital.  Se  rumoreaba  falsamente, 4
          en  efecto,  que  César  llegaba  ya  y  que  su  caballería  se
          hallaba  en  los  aledaños. 5         2  Tras  los  pasos  de  Léntulo
          fueron  su  colega  Marcelo  y  numerosos  funcionarios  pú­
          blicos. 6     3  Cneo  Pompeyo,  que  había salido  la víspera 7
          de  la capital, enderezaba  el  rumbo hacia  las  legiones  arre­
          batadas a César,  a  las  que aquél  tenía acantonadas,  inver­
          nando, en la Apulia. 8          4  Quedan interrumpidas las levas
          en  torno  a  la  capital;  todo  mundo  coincide  en  que  nada
          hay  seguro  de  este  lado  de  Capua. 9  Únicamente  ya  en
          Capua el enemigo se siente a  salvo,  concentra sus efectivos
          y  dispone  efectuar  una  leva  entre  los  colonos  llevados  a
          dicha ciudad  por  disposición  de  la  Ley  Julia,10  a  tiempo
          que  Léntulo  garantiza la  esperanza  de  la  libertad,  reparte
          caballos y ordena  que lo  sigan a ciertos  gladiadores 11  que
          fueron  conducidos  al  foro  de  la  plaza  de que  se  habla,  a
          los  cuales César  había mantenido  recluidos  en una  escuela
          de  la  misma,12         5  y  a  quienes  ulteriormente  el  mismo
          Léntulo, aconsejado por  sus  secuaces  —pues  era  cosa  que
          censuraba  el  parecer  todo  el  mundo—,  dispersó,  para  su
          custodia,  por  las  ergástulas  de  la  Campania. 13

             XV.           1  Avanzando desde Auximo, César recorre todo
          el  territorio  Piceno.  Todas  las  prefecturas  de  la  región
          aquella.1  lo  acogen  con  actitud  por  demás  entusiasta  y
          auxilian  a  su  ejército  con  cuanto  ha  menester.                 2  In­
          clusive  de  Cíngulo,2  plaza  que  Labieno3  había  fortifi­
          cado  en  persona,  contribuyendo  con  sus  propios  recursos
          económicos  a  su  afianzamiento,  acuden  a  César  ciertos
          emisarios,  que  le  prometen  solícitamente hacer cuanto dis­
          ponga.       3  Él  les  pide  tropas;  ellos  se  las  proporcionan.
           Mientras  tanto,  la  legión  decimasegunda  hace  contacto
          con César. 4  Con  las dos con que así cuenta, 5  éste avanza
          hacia  Ausculo  Piceno. 6  Ocupaba  dicha  plaza,  al  mando
          de diez cohortes,  Léntulo  Esfínter, 7  quien, al enterarse de
           la  proximidad de  César,  abandona la población  y,  al tratar
          de  llevarse  consigo  a  sus  efectivos,  sufre  la  deserción  de
          una gran parte de sus soldados.               4  Habiendo conservado


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