Page 211 - Guerra civil
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GUERRA CIVIL I
sido otorgado a todos los generales en jefe, es a saber,
el regresar al hogar, o con alguna distinción,16 o —ello
seguramente— sin ignominia al licenciar su ejército.
11 Todo eso, sin embargo, lo ha tolerado y lo seguirá tole
rando con suma paciencia; pero ahora no procederá de
modo que, sustrayendo a sus enemigos su ejército, él se
quede con él —lo cual no le sería, por lo demás, difícil,17
sino de modo que sus contrarios no lo mantengan para
usarlo en su detrimento. 12 Por lo tanto, como queda
dicho, que salgan de ambas provincias y que se disuelva
su ejército; 18 si esto se lleva a cabo, él a nadie perjudi
cará. Ésta es la única y definitiva condición de la paz.
LXXXVI. 1 Naturalmente, fue muy agradable y
satisfactorio para los soldados —como se pudo advertir
por sus demostraciones mismas— el que quienes habían
esperado algún merecido castigo recibieran, al contrario,
la ganga del licénciamiento.1 2 En efecto, cuando sobre
vino una discusión sobre el sitio y la fecha de éste, todos
los soldados, con la voz y el gesto, desde la empali
zada en que se habían acomodado, 2 comenzaron a mani
festar que de inmediato se les disolviera, porque no podía
ser algo seguro, aunque mediara cualquier promesa, el
que se difiriera el asunto para otra ocasión. 3 3 Una
vez que se hubo discutido, en breves términos, por una
y otra parte, la cuestión, se resolvió en el sentido de que
quienes tuviesen domicilio y bienes en Hispania fueran
licenciados al punto, y los demás, en el río Varo.4
4 A estos últimos no se les iba a perjudicar en nada, ni
menos se constreñiría a nadie, contra su voluntad, a enro
larse en el ejército vencedor, de lo cual daba amplia
caución César.
LXXXVII. 1 Éste promete que había de repartir a
los soldados afranianos el trigo que necesitasen hasta llegar
al río Varo. 1 Añade, además, que lo que hayan perdido
los soldados enemigos durante la lucha y esté en poder
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