Page 80 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN
labor, sin ser por ella abrumados, y por César velaban
al desarrollo de los más importantes negocios, del mismo
modo que al de los más minuciosos detalles, capaces a
un mismo tiempo de confundir a sus detractores, de com
prar conciencias, de anunciar sus éxitos y de cumplir sus
actos.
César es, desde entonces, una ley viviente, y había
hecho surgir el absolutismo personal, pero con un valor
consistente en reconciliar la fuerza bruta indispensable con
la justicia, en responder a las necesidades de su siglo y
en reconstruir, sobre las ruinas que había causado su
ambición, una comunidad más armoniosa en un mundo
pacificado.
La victoria de César, que había sido la de su partido,
acabó con los partidos, pues éstos perdían toda la razón
de ser ante la autocracia nueva: en la nobleza, por su
domesticación, en la plebe por las restricciones al derecho
de asociación, y en la opinión por el despliegue de la
propaganda. Inundó al público de mensajes oficiales, que
desde 59 él había fundado, con la periodicidad de los acta
senatus y de los acta populi, que llegaron a ser, después de
Farsalia, verdaderas gacetas diarias, en que se daba a cono
cer la gestión de las instituciones políticas. César creó así
la prensa, aunque, naturalmente, la dirigió y redactó a
su manera. Por lo demás, resulta famosa su clementia, la
clemencia con que trató a sus enemigos de partido, a
quienes, cuando no se mataron, dejó enteramente libres
hasta de volver a Roma con su mismo rango y sus mismos
privilegios, lo que le habría de costar la vida.
Por razones idénticas, César quiso poner fin a la lucha
de clases: él se había adherido a la más numerosa de
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