Page 93 - Guerra civil
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Libro primero
I. 1 Entregada que fue por Fabio 1 a los cónsules en
ejercicio2 la carta de Cayo César3 con dificultad se
obtuvo de dichos funcionarios —y ello sólo merced a la
enérgica presión de los tribunos plebeyos— 4 que en
la asamblea senatorial correspondiente 5 se diese pública
lectura a su texto; 6 no se pudo, en cambio, lograr que
su contenido se sometiese a debate oficial ante el senado 7
2 cuya sesión consagran ambos cónsules8 a hacer el
balance de la situación política en general, 9 a confrontar
la cual exhorta a los senadores el cónsul Lucio Léntulo,10
prometiéndoles no faltar él a su propio compromiso de sos
tener al régimen 11 si ellos, a su vez, están dispuestos a
emitir, en apoyo del mismo, disposiciones resueltas y enér
gicas; 12 3 pero si, al contrario, andan con contempla
ciones a propósito de César y tratan de congraciársele
según ya en anteriores ocasiones lo han hecho,13 él, por
su parte, se verá constreñido a actuar por su propia cuenta,
sin seguir disciplinándose a la consigna senatorial,14 ya
que a él también, en lo particular, le es posible acogerse
a la benevolencia y amistad de César.15 4 En términos
semejantes habla en seguida Escipión: 16 “Pompeyo,17
dice, abriga el firme propósito de no abandonar la causa
del gobierno establecido, si el senado lo apoya en tal em
presa; pero si dicho organismo se revela irresoluto y actúa
en forma pusilánime ante las circunstancias actualmente im
perantes, en vano habrá de implorar su respaldo ulterior
mente, cuando pretenda rectificar, más tarde, semejante
actitud.” 18
II. 1 Esta arenga de Escipión parecía salir de boca
de Pompeyo mismo, pues el senado sesionaba en la capital
y Pompeyo manteníase en sus inmediaciones.1 2 No
faltó, sin embargo, quien emitiera también proposiciones
más moderadas que la precedente,2 como,’ante todo Marco
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