Page 95 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


           Marcelo 3  que,  en  su  primera y  espontánea  intervención 4
           en  el  debate  aquel,  consideró  improcedente  el  someter  al
           voto  del  senado  el  asunto  sujeto  a  discusión,B sin  antes

           organizar levas  por  toda  la  Italia  y  disponer  de ese  modo
           de  tropas 6  a  cuyo amparo  pudiera  la  asamblea  senatorial
           decidirse a  decretar,  espontánea  y  libremente,  lo  que  más
           tuviese  a  bien;  7  3  como  Marco  Calidio 8  quien  opinó
           que  Pompeyo  debía  de  trasladarse  a  sus  provincias, 9  a
           fin  de  suprimir  todo  pretexto  de  un  conflicto  armado,  ya
           que  de otro modo  César,  a  quien dos  de  sus  legiones aca­
           baban  de  ser  sustraídas,10  podría  inferir  que  Pompeyo
           trataba  de  conservarlas  más  bien  para  sí  mismo,  mante­
           niéndolas  acuarteladas  en  los  suburbios  en  contra,  preci­
           samente,  de  su  anterior  comandante;  11  y,  en  fin,  como
           Marco  Rufo 12  que,  variando  apenas  en uno  que  otro tér­
           mino,  coincidió  enteramente  con  la  moción  de  Calidio.
           4  Todos los  susodichos  fueron  léperamente  invectivados
           por el cónsul Léntulo.           5  El cual, por añadidura, se negó
           categóricamente  a  someter  a  debate  la  proposición  de  Ca­
           lidio  y  logró  que  Marcelo,  intimidado  por  sus  denuestos,
           retirara  en  forma  explícita  su  propuesta  original.13
           6  Y así, la gran mayoría del senado, apremiada, violentada
           y  coaccionada  por las vociferaciones  de  su presidente,  por
           el  pánico  a  las  tropas  inmediatas 14  y  por  las  amenazas
           de la facción pompeyana, no tuvo otra alternativa que votar
           a  favor  del dictamen que  había  emitido  Escipión15  decre­
           tando,  en consecuencia,  que antes de una fecha fija  debería
           renunciar  César  al  mando  de  sus  ejércitos 16  y  que,  en
           caso  de  no hacerlo,  su  actitud  se  interpretara,  de  manera
           oficial, como abiertamente  hostil  al gobierno  establecido.17
           7  Contra  resolución  semejante  interponen,  de  inmediato,
           su  veto 18  los  tribunos  de  la  plebe,  Marco  Antonio 19  y
           Quinto Casio. 20  Sométese  sin  más trámite  a  discusión  el

           recurso  tribunicio  así  interpuesto. 21           8  Se  producen  en
           su  contra,  por  lo  demás,  las  opiniones  más  acres,  siendo
           quienes las formulan tanto más felicitados por  los anticesa-


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