Page 97 - Guerra civil
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GUERRA  CIVIL  I


          ríanos  cuanto  con  más  encono  y  virulencia  profieren  sus
          desahogos.


             III.         1  Disuelta al  atardecer la asamblea senatorial su­
          sodicha, 1  todos  sus  integrantes  son  convocados por  Pom­
          peyo quien, ponderando su reciente actitud, anímalos a per­
          severar en ella, 2  a tiempo que amonesta y alienta a quienes
          advierte indecisos.3           2  Numerosos  elementos  de  las  an­
          tiguas  tropas  pompeyanas, 4  son  a  continuación  concen­
          trados  de los  ¡más  diversos  sitios, mediante el incentivo  de
          recompensas y  ascensos, 5  a  la  vez  que  no  pocos efectivos
           de  las  dos legiones  que  acababa  César  de ceder  al  gobier­
          no 6  resultan, asimismo, convocados a  filas.               3  La capital
           se  colma  en  seguida  de  reclutas,  de  conmilitones,  tribu­
           nos 7 y centuriones al  servicio de  Pompeyo.                 4  Cuantos
          compinches poseen ambos cónsules, cuantos incondicionales
           habían  logrado  atraer  a su causa tanto  el mismo  Pompeyo
           como  todos los  demás  que  contra  César  rumiaban  añejos
           resentimientos8  son  entonces  arrastrados  en  montón  al
           recinto  del  senado. 9         5  Y  es  justamente  merced  a  su
           alharaca  y  a  su  turbamulta  que  los  medrosos  se  aterran,
           que  se  deciden  los  titubeantes,  y que  todo  el  resto  resulta
           despojado por  completo de  su  derecho  a  discutir y  a  votar
           libremente.10         6  Llega luego  un momento en que el  cen­
           sor  Lucio  Pisón,11  de  consuno  con  el  pretor  Lucio  Ros­
           cio, 12  ofrécese  a  acudir  personalmente  al  encuentro  de
           César,  a  fin  de ponerlo,  de  modo  directo,  al  tanto  de  los
           acontecimientos;  a  cuyo  efecto  ambos  funcionarios  piden
           tan sólo  seis días de plazo.13           7  Insistiendo en esto últi­
           mo,  hubo  inclusive  ciertos  senadores  que  formularon  la
           proposición de despachar hacia César una delegación oficial,

           con  la  comisión  concreta  de  hacerlo  partícipe  de  lo  que
           de  él  exigía  el  consejo  senatorio.14


              IV.         1  A  todos  ellos  opónense  y  a  todos  les  hacen
           frente,  mediante  sendas  arengas,  el  cónsul-presidente,1

           Escipión  y  Catón. 2  A  Catón  aguíjalo  su  inveterado  odio
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