Page 118 - Anónimo. - Leabhar Ghabhala - Libro de las invasiones [1988]
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esposa de este Eochaid, y Nuadha, hijo de Eochaidh, hijo
      de Eadarlamh, era el rey de los Tuatha De. Durante lar-
      go  tiempo  combatieron, y,  al final,  los Firl Bolg fueron
      derrotados y,  en su huida, se dirigieron hacia el norte y
      novecientos de ellos fueron ejecutados en el camino des*
      de Magh Tuiredh hasta que alcanzaron la bahía de Eot-
      haile. Edleo, hijo de Alldae, fue el primer hombre de los
      Tuatha De que cayó en  Irlanda a manos de Nerconhijo
      de Siomon.
        97.  Los Tuatha siguieron presionando a los Fir Bolg
      hasta que llegaron al lugar donde se encontraba el rey Eo­
      chaid, hijo de Ere, quien murió a manos de los tres hijos
      de Neimhedh, hijo ae Badrae, llamados: Caesarb, Luamh
      y Luachra.  No obstante,  los Tuatha De habían también
      tenido  una  gran  cantidad  de  bajas  y  heridos,  y  su  rey
      Nuadha en la batalla había perdido un brazo. Posterior­
      mente,  Diancecht,  el  curandero,  y  Creidhe,  el  artesano,
      le pusieron un brazo de plata con vitalidad en cada dedo
      y en cada articulación. Pero Miach, hijo de Dianceht, más
      tarde  arregló  el  brazo  de plata,  uniendo  sus  articulacio­
      nes  y  tendones,  cicatrizando  en  treinta  y  nueve  días,  y
      Diancecht, su padre, le envidió.  Por esta razón solía ser
      llamado Nuadna «brazo de plata».
        98.  Tailltiu, hija de Mhanmoir, rey de España, espo­
      sa de Eochaidh, hijo de Ere, reina de los Fir Bolg, se casó
      con Eochaidh nGarbh, hijo de Dúach Daill, de los Tuat­
      ha De, y Tailltiu después de la batalla de Magh Tuiredh
      llegó  a  Coill  Chuan,  y el  bosque  se  taló  bajo  sus  órde­
      nes, por lo que éste se transformó en una pradera de tré­
      boles antes de un año, y ella lo habitó posteriormente. Y
      Cian, hijo de Diancecht (Seal Balb es otro nombre de este
      Cian) entregó su hijo, llamado Lugh, hijo de Eithne, her­
      mana de  Balor,  a Tilltiu  ara su  crianza.  Y deseó  de  sus
      amigos y del niño, que aquel lugar que ella había prepa­
      rado  recibiera  su  nombre,  y  que  fuera  enterrada  allí.





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