Page 57 - El proyecto y la metodologia de la investigacion
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En nuestro ejemplo, lo interesante (o verdaderamente útil) sería encontrar una mosca que no vuele.
          Si encontráramos una mosca que –pese a ser mosca- no vuela, nuestra hipótesis ya no podría soste-
          nerse. En ese caso, sí podríamos arribar a una conclusión definitiva –aunque por supuesto negativa-,
          del siguiente tipo:
                 “No es cierto que toda mosca vuela”.

            Dicho de otro modo: “Es falso el enunciado que sostiene que «Toda mosca vuela»”.

            Este enunciado niega la regla, pero además lo hace de manera cierta, segura, necesariamente
          verdadera.  Esta posición metodológica sostiene que la tarea de la ciencia consiste en derivar de las
          hipótesis generales enunciados o hipótesis particulares que puedan traducirse en enunciados que se
          puedan observar. Pero el fin de estos enunciados no sería el de verificar la hipótesis general (lo cual se
          mostró imposible según surgía del análisis de la “inducción”) sino de ponerla a prueba.
            Fue Karl Popper quien propuso este método como criterio demarcatorio de la práctica científica.
          Se trata de un criterio demarcatorio porque se propone fijar normas para decidir cuándo un enun-
          ciado o hipótesis es científico y cuándo no lo es. Por referencia a los procedimientos que estipula su
          método, lo llamó  “método hipotético deductivo”.
            De acuerdo con esta concepción, lo que se le pide a toda hipótesis científica es que de ella puedan
          derivarse enunciados observacionales que puedan eventualmente mostrar que la hipótesis era falsa.
            Nuestro ejemplo de la mosca sería una buena hipótesis (al menos por su forma, aunque no segu-
          ramente por su pobreza de contenido) porque de ella podemos derivar enunciados particulares, que
          como tales, remiten a una experiencia posible en que la hipótesis general pueda ser contrastada o
          sometida al dictamen de los hechos: de la hipótesis general –“Toda mosca vuela”- podemos derivar
          enunciados empíricamente abordables como “Esto es mosca”; por lo tanto, predecimos (hipótesis de
          trabajo) que “esta mosca volará”-.
            Insistamos una vez más: para Popper una hipótesis es contrastable (y por lo tanto científicamente
          adecuada) si resulta posible imaginar –a partir de ella- una situación o experiencia concreta en que
          podría no cumplirse.
            De acuerdo a este criterio no serían, por ejemplo, hipótesis contrastables los siguientes enunciados:
                 “Todos los miércoles llueve o no llueve”
                 “Dios está en todo lo que existe”
                 “Siempre es posible tener suerte en la lotería”.


            El primer caso no es una hipótesis contrastable porque en cualquier escenario imaginable la hipó-
          tesis se confirma. Cualquiera sea la situación climática del día miércoles,  la hipótesis será siempre ver-
          dadera. De modo que no se cumple con el criterio pedido: que la hipótesis permita derivar situaciones
          en las que pueda resultar potencialmente falsa.
            En este caso la hipótesis sería falsable con sólo especificar un estado posible, como por ejemplo:
                 “Todos los miércoles llueve”.




                                                  El destino de la investigación está trazado en sus hipótesis              55
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