Page 61 - El proyecto y la metodologia de la investigacion
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rasgo que tenemos planteado nos evoca el rasgo de un caso de otro fenómeno, pero que nos es muy
          familiar. Veamos un ejemplo célebre: Darwin se enfrenta a la adaptación, como rasgo omnipresente
          en los seres vivos, y sin embargo, no dispone de ninguna hipótesis aceptable para dar cuenta de esa
          adaptación.
            Ahora bien, sabemos por diversas fuentes que en su historia personal tiene mucha importancia
          un rasgo análogo cuya regla es muy bien conocida por él: “la adaptación de los animales de granja a
          los requerimientos del mercado. Y  sabemos, además, que conocía muy bien la regla que empleaban
          los granjeros para lograr dicha adaptación: “la selección doméstica”. Con esos dos insumos, tomados
          de su historia personal, Darwin está en condiciones de acotar el campo de búsqueda de una hipótesis
          plausible: “La naturaleza se comporta como si fuera un granjero que selecciona los animales  según
          ciertos rasgos privilegiados, (pero ya no por su adaptación a los valores de venta  en el mercado como
          en la selección doméstica, sino) por su mejor adaptación al medio”
            En síntesis, la analogía va de un Caso conocido al caso desconocido, por medio de su semejanza
          formal, y de allí deriva que la Regla del caso conocido también debe ser semejante a la Regla del caso
          desconocido”: la Regla desconocida debe tener la misma forma que la regla análoga” 1 .


                                            ABDUCCION E INDUCCIÓN
                                              Si un paleontólogo encuentra un colmillo con las características A, B y C; y
                                            luego descubre otro colmillo con esas mismas características, entonces, quizás
                                            se sienta tentado de inferir inductivamente que todos los colmillos que encuen-
                                            tre en adelante, tendrán las características A, B y C.
                                              Como se ve, va de unos elementos  al conjunto de los mismos elementos.
                                            Es decir, que nuestro intelecto va del elemento esto, reconocido como un caso de
                                            colmillo y de la constatación de ciertos rasgos particulares (digamos, su largo, su
                                            peso, su estado de salud, etc.), a la formulación de una respuesta a la siguiente
                                            pregunta: ¿cómo serán los próximos colmillos que encontraré? ¿tendrán todos
                                            estos rasgos o no?
                  Modos de llegar. Charles
                  S. Pierce, quien formuló el   Algo muy distinto hace un investigador cuando abduce. Si encuentra un col-
                  principio de la abducción, en   millo y dispone de un saber previo de anatomía comparada, el científico podrá
                  una escena familiar.      inferir a qué especie de animal pertenecía ese colmillo, como respuesta a una
                                            pregunta distinta: ¿a qué animal perteneció este colmillo? La respuesta  podrá
                                            ser: “Aquí anduvo un ejemplar de Tyrannosaurus rex”. En esta situación la pers-
                                            pectiva en que se pone el investigador es la de considerar al elemento como una
                                            parte de un todo.
                                              En la inducción generalizamos a todos los colmillos. En la abducción, en
                                            cambio, lo que hacemos es, a partir del colmillo como rasgo de un viviente, iden-
                                            tificar a cuál clase de ser viviente perteneció ese colmillo con esos rasgos.






         1  Adaptado de Samaja, J. Samaja, J (2003) “El papel de la hipótesis y de las formas de inferencia en el trabajo cientí-
         fico.” en Semiótica de la Ciencia. Libro inédito.


                                                  El destino de la investigación está trazado en sus hipótesis              59
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