Page 94 - Manual
P. 94

•  Cuando  nos  dirigimos  a  nuestro/a  interlocutor/a  después  de
                               haberle/a hecho esperar:


                                 ▪  De esta forma evitamos ese “¡Oiga!...”, que suena cada vez

                                    peor, sobre todo si no se le añade el “por favor”.


                                 ▪  Recordemos: “Óigame, por favor”, “Dígame, por favor”, sólo
                                    cuando no conocemos el nombre.


                        Cuando conocemos a nuestro/a interlocutor/a, la mejor manera

                  de recuperar positivamente su atención es utilizar su nombre:


                                 ▪  “Un instante, Sr. del Pozo”.


                                 ▪  Y después de haberle hecho esperar: “¿Sr. del Pozo?”.


                           •  Al  despedirnos  y,  si  es  posible,  que  lo  último  que  escuche
                               nuestro/a interlocutor/a sea su nombre:


                                 ▪  “Hasta mañana, Sr. del Pozo”.


                                 ▪  “Buenos días, Sr. del  Pozo”.


                                 ▪  “Gracias por llamar, Sr. del Pozo”.


                         Cuando  no  sabemos  si  está  la  persona  por  quien  pregunta  el/la

                  cliente/a, o no sabemos si desea recibir la llamada:


                           •  Debemos evitar que el/la cliente/a perciba cualquier sensación de
                             menosprecio.


                           •  Nunca  solicitar  el  nombre  del/de  la  cliente/a  antes  de  poner  en

                             duda el que pueda ser recibido/a.







                                                                                                    94
   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99