Page 230 - La Constitución de los atenienses
P. 230

LA CONSTITUCIÓN  DE LOS ATENIENSES



                reflejaba una situación comercial en tiempo de la guerra y el Anó­

                nimo  la situación anterior. Ante la hipótesis de  Hohl, Treu afirma

                lacónicamente:  “Pero las fecundas Acaya y Argos eran neutrales en
                un  inicio”.  Canfora  refuta  los  argumentos  de  Mazzarino.  En  pri­

                mer  lugar señala  la exageración de  la afirmación  del  estudioso  en

                el sentido  de  que  “La Athenaión Politeia...  considera sin  rivales y

                muy floreciente...  el comercio de Atenas con Chipre,  Egipto,  Li­

                dia,  el  Peloponeso”  (Mazzarino  1966:  569).  En  realidad,  el Anó­
                nimo  se  refiere  a  productos  exquisitos,  no  al  comercio  que  le

                adjudica  Mazzarino,  y  además,  los  menciona  entre  los  aspectos

                menores.  Siguiendo  a Treu,  Canfora  agrega que:  “comida y  cual­

                quier  otro  tipo  de  productos:  podían  evidentemente  llegar  del

                Peloponeso  a  Atenas,  incluso  en  tiempos  de  guerra,  a  través  de
                otros  mercados  con  los que  ambos  contenientes  tuvieran  relacio­

                nes  comerciales”.  Por  lo  tanto,  “la  referencia  a  II,  7  no  prueba

                realmente  nada”.  Además,  el  fragmento  de  Hermipo  no  puede

                considerarse como un argumento precisamente porque es un frag­

                mento,  y  la  mención  del  Peloponeso  podía  venir  después  de  la
                parte  conservada.  Además,  debe  tomarse  en  consideración  que

                Hermipo hace una lista selectiva de varios tipos de productos.

                    8     una mezcla que proviene de todos los griegos y bárbaros:  Obvia­

                mente  se  trata  de  una  exageración  (aunque  no  creo  que  de  una

                ironía,  como  piensa Ceccarelli  1996:  147):  ni  era Atenas la  única

                en  recibir la influencia lingüística  de otros  (piénsese  en  los jonios

                o en las colonias de  Sicilia),  ni la influencia fue tan marcada en  el
                ático.  La lengua popular,  las jergas y las modas léxicas podían irri­

                tar a  un autor como  el Anónimo,  aunque éste  no  era  un  purista.

                Sin  embargo,  debe  observarse  que  el  autor  incluye  esta  supuesta

                crítica a las costumbres de los atenienses dentro de su ejemplifica-



                                                          CXCVI
   225   226   227   228   229   230   231   232   233   234   235