Page 206 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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cuerpos celestes.

       El otro sistema de filosofía astrológica se denomina «heliocéntrico» y coloca al sol
  en el centro del sistema solar, al que pertenece por naturaleza, con los planetas y sus

  lunas  girando  a  su  alrededor.  Sin  embargo,  el  gran  inconveniente  del  sistema

  heliocéntrico es que, al ser relativamente nuevo, no ha habido tiempo suficiente para

  experimentarlo bien ni para catalogar los efectos de sus diversos aspectos y relaciones
  La astrología geocéntrica, como su nombre indica, se limita al aspecto terrenal de la

  naturaleza,  mientras  que  la  heliocéntrica  se  puede  usar  para  analizar  las  facultades

  intelectuales y espirituales superiores del hombre.

       Es muy importante recordar que, cuando se decía que el sol estaba en un signo
  determinado del Zodiaco, en realidad los antiguos querían decir que el sol ocupaba el

  signo opuesto y proyectaba su largo rayo sobre la casa en la que lo entronizaban. Por

  consiguiente, cuando se dice que el sol está en Tauro, significa (astronómicamente)
  que  el  sol  está  en  el  signo  opuesto  a  Tauro,  que  es  Escorpio.  Esto  trajo  como

  consecuencia dos escuelas filosóficas diferentes: una geocéntrica y exotérica y la otra

  heliocéntrica y esotérica. Mientras las multitudes ignorantes adoraban la casa en la que
  se reflejaba el sol —en este caso, la del Toro—, los sabios reverenciaban la casa en la

  que vivía de verdad, que sería la de Escorpio o la serpiente, el símbolo del misterio

  espiritual  oculto.  Este  signo  tiene  tres  símbolos  diferentes.  El  más  común  es  el

  escorpión, al que los antiguos llamaban «murmurador», y era el símbolo del engaño y
  la  perversión;  el  segundo  símbolo  (y  el  menos  frecuente)  es  la  serpiente,  que  los

  antiguos usaban a menudo para representar la sabiduría.

       Es probable que la forma más rara de Escorpio sea el águila. La disposición de las

  estrellas de la constelación se parece tanto a un ave volando como a un escorpión. Al
  ser Escorpio el signo de la iniciación oculta, el águila —la reina de las aves— en vuelo

  representa el tipo supremo y más espiritual de Escorpio, que le permite trascender del

  insecto venenoso de la tierra. Como Escorpio y Tauro están en posiciones opuestas en
  el Zodiaco, a menudo su simbolismo está estrechamente interrelacionado. En Ancient

  Calendars  and  Constellations,  la  honorable  E.  M.  Plunket  dice  lo  siguiente:  «El

  escorpión  (la  constelación  de  Escorpio  en  el  Zodiaco,  opuesta  a  Tauro)  se  une  con
  Mitra para atacar al toro y siempre están presentes los genios de los equinoccios de
  primavera y otoño en actitudes gozosas y lastimeras».

       Para los egipcios, los asirios y los babilonios que conocían al sol como un toro, el

  Zodiaco era una serie de surcos, a través de los cuales el gran buey celestial arrastraba
  el  arado  del  sol.  Por  eso,  el  pueblo  ofrecía  sacrificios  y  conducía  por  las  calles

  magníficos  bueyes,  adornados  con  flores  y  rodeados  de  sacerdotes,  bailarinas  del
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