Page 226 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 226

universo (la tríada mendesiana, la amoniana, la momfteana y la omfteana), vehículos

  de  distribución  de  las  influencias  creativas  que  aparecen  en  la  parte  superior  de  la
  tabla, son dirigidos en sus actividades por los modelos de la Mente Divina, que existen

  en  la  esfera  arquetípica.  Los  arquetipos  son  patrones  abstractos  formulados  en  la

  Mente  Divina  y  son  los  que  controlan  todas  las  actividades  inferiores.  En  la  parte

  inferior de la Tabla están los Padres de las Fuentes (la tríada horeana, la pandocheana,
  la  táustica  y  la  aleurística),  que  custodian  las  grandes  puertas  del  universo  y

  distribuyen  a  los  mundos  inferiores  las  influencias  que  descienden  de  los

  Gobernadores que aparecen encima.

       En  la  teología  de  los  egipcios,  la  bondad  tiene  prioridad  y  todas  las  cosas  son
  partícipes  de  su  naturaleza,  en  mayor  o  menor  medida.  Todo  y  todos  buscan  la

  bondad, que es la causa principal. La bondad se difunde a sí misma y por eso está

  presente en todas las cosas, porque nada puede producir lo que no existe en sí mismo.
  La Tabla demuestra que todo está en Dios y Dios está en todo; que todo está en todo y

  cada  uno  está  en  cada  uno.  En  el  mundo  intelectual  son  invisibles  los  duplicados

  espirituales de las criaturas que habitan en el mundo elemental. Por consiguiente, lo
  más  bajo  muestra  lo  más  alto,  lo  corpóreo  anuncia  lo  intelectual  y  lo  invisible  se

  manifiesta en sus obras. Por este motivo, los egipcios hacían imágenes de sustancias

  que existían en el mundo inferior perceptible para utilizarlas como ejemplos visibles

  de  los  poderes  superiores  e  invisibles.  Asignaban  a  las  imágenes  corruptibles  las
  virtudes de las divinidades incorruptibles, demostrando así, de forma críptica, que este

  mundo no es más que una sombra de Dios, la imagen exterior del paraíso interior.

  Todo lo que existe en la esfera arquetípica invisible se revela en el mundo corpóreo

  perceptible mediante la luz de la Naturaleza.
       La Mente Arquetípica y Creativa —primero a través de su Fundamento Paterno y

  después  a  través  de  dioses  secundarios  llamados  Inteligencias—  revelaba  toda  la

  infinidad de sus poderes mediante un intercambio permanente de lo más alto a lo más
  bajo. En su simbolismo fálico, los egipcios utilizaban el esperma para representar las

  esferas espirituales, porque cada una contiene todo lo que procede de ella. Los caldeos

  y los egipcios también sostenían que todo resultado está presente en su propia causa y

  se vuelve hacia ella como el loto hacia el sol. Por consiguiente, el Intelecto Supremo,
  a través de su Fundamento Paterno, creó primero la luz —el mundo angelical— y de

  esa luz se crearon a continuación las jerarquías invisibles de seres que algunos llaman

  «estrellas»,  y  a  partir  de  las  estrellas  se  formaron  los  cuatro  elementos  y  el  mundo

  perceptible. De tal modo, todo está en todo, cada uno a su manera. Todos los cuerpos
  o elementos visibles están en las estrellas invisibles o los elementos espirituales y las
   221   222   223   224   225   226   227   228   229   230   231