Page 230 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Apolo,  Osiris  y  Mercurio:  las  fuentes  de  los  centros  de  los  elementos».  Por

  consiguiente,  comprendían,  por  el  Sol  como  soberano,  el  mundo  solar;  por  lo
  arcangélico  material,  el  mundo  lunar;  por  la  fuente  de  los  sentidos,  el  mundo  de

  Saturno; por el juicio, a Júpiter; por el relámpago, a Marte; por el de los reflejos o

  espejos, el mundo de Venus: por la fuente de los caracteres, el mundo de Mercurio.

  Todos estos se muestran en las figuras de la parte central de la Tabla.
       El  panel  superior  contiene  las  doce  figuras  del  Zodiaco  distribuidas  en  cuatro

  tríadas. La figura central de cada grupo representa uno de los cuatro signos fijos del

  Zodiaco. S es el signo de Acuario; Z, el de Tauro; C, el de Leo, y G, el de Escorpio. A

  estos se los llama «los padres». En las enseñanzas secretas del Lejano Oriente, estas
  cuatro figuras —el hombre, el toro, el león y el águila— se llaman «los globos alados»

  o «los cuatro marajás» que están en las esquinas de la creación. A los cuatro signos

  cardinales —P, Capricornio; X, Aries; B, Cáncer, y F, Libra— les dicen «los poderes».
  Los  cuatro  signos  comunes  —V,  Piscis:  A,  Géminis;  E,  Virgo,  y  H,  Sagitario—  se

  llaman «las mentes de los cuatro señores». Esto explica el significado de los globos

  alados  de  Egipto,  porque  las  cuatro  figuras  centrales  —Acuario,  Tauro,  Leo  y
  Escorpio  (a  las  que  Ezequiel  llama  «querubines»)—  son  los  globos;  los  signos

  cardinales y los comunes situados a ambos lados son las alas. Por consiguiente, los

  doce signos del Zodiaco se pueden representar mediante cuatro globos, cada uno con

  dos alas.
       Además, los egipcios también representaban las tríadas celestes como un globo (el

  Padre)  del  cual  salen  una  serpiente  (la  Mente)  y  unas  alas  (el  Poder).  Estas  doce

  fuerzas son las que crearon el mundo y de ellas emana el microcosmos o el misterio

  de  los  doce  animales  sagrados,  que  representan  en  el  universo  las  doce  partes  del
  mundo y en el hombre, las doce partes del cuerpo humano. Desde un punto de vista

  anatómico,  es  posible  que  las  doce  figuras  del  panel  superior  simbolicen  las  doce

  circunvoluciones del cerebro y las doce figuras del panel inferior, los doce miembros
  y órganos zodiacales del cuerpo humano, porque el hombre es una criatura formada

  por los doce animales sagrados, cuyos miembros y órganos están sometidos al control

  directo de los doce Gobernadores o poderes que residen en el cerebro.

       Se  encuentra  una  interpretación  más  profunda  en  la  correspondencia  entre  las
  doce figuras del panel superior y las doce del inferior, que proporciona una clave para

  uno de los secretos antiguos más arcanos: la relación existente entre los dos grandes

  zodiacos, el fijo y el móvil. El zodiaco fijo se describe como un dodecaedro inmenso,

  cuyas doce superficies representan las paredes más exteriores del espacio abstracto. A
  partir de cada superficie de este dodecaedro, un gran poder espiritual, que radia hacia
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