Page 232 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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contiene los metales y los laterales, los procesos alquímicos. La figura sentada en el
trono es el Mercurio universal: la «piedra de los sabios»; el dosel encendido del trono
que hay encima es el azufre divino, y el cubo de tierra que hay debajo es la sal
elemental.
Las tres tríadas, o el Fundamento Paterno, del panel central representan los
vigilantes silenciosos, las tres partes invisibles de la naturaleza humana; los dos
paneles situados a los lados son la naturaleza inferior cuaternaria del hombre. En el
panel central hay veintiuna figuras. Este número es sagrado para el sol, que consta de
tres grandes poderes, cada uno con siete atributos y, por reducción cabalística, el
veintiuno se convierte en tres, o la Gran tríada.
Todavía no se ha demostrado que la Tabla Isíaca tenga una conexión directa con el
gnosticismo egipcio, porque en un papiro gnóstico conservado en la Biblioteca
Bodleiana hay una referencia directa a los doce Padres o Paternidades bajo los cuales
están las doce Fuentes. [52] Que el panel inferior representa el infierno lo destacan aún
más la dos puertas —la gran puerta del Este y la gran puerta del Oeste—, porque en la
teología caldea el sol sale y se pone a través de las puertas del infierno, donde vaga
durante las horas de oscuridad. Como Platón recibió durante trece años la instrucción
de los magos Patheneith, Ochoaps, Sechtnouphis y Etymon de Sebbennithis, su
filosofía está impregnada del sistema caldeo y egipcio de las tríadas. La Tabla Bembina
es una exposición diagramática de la llamada filosofía platónica, porque su diseño es
la síntesis de toda la teoría de la cosmogonía y la generación místicas. La guía más
valiosa para interpretarla son los Commentaries of Proclus on the Theology of Plato.
Chaldean Oracles of Zoroaster también contiene muchas alusiones a los principios
teogónicos que la Tabla demuestra.
La Teogonía de Hesíodo contiene la versión más completa del mito griego de la
cosmogonía. La cosmogonía órfica ha dejado su huella en las diversas formas de
filosofía y religión —la griega, la egipcia y la siria— con las que ha estado en
contacto. El principal de los símbolos órficos era el huevo primordial, del cual salió
Fanes. Para Thomas Taylor, el huevo órfico es sinónimo de la mezcla de límite e
infinito que Platón mencionaba en el Filebo. Además, el huevo es la tercera tríada
inteligible y el símbolo adecuado del demiurgo, cuyo cuerpo áurico es el huevo del
universo inferior.
Eusebio, basándose en la autoridad de Porfirio, manifestó que los egipcios
reconocían un solo autor intelectual o creador del mundo, al que llamaban Cneph. y
que lo adoraban en una estatua de forma humana y cutis azul oscuro, que sostenía en