Page 256 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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XIII
LA VIDA Y LA FILOSOFÍA DE PITÁGORAS
Aprovechando un viaje a Delfos por asuntos relacionados con su trabajo como
mercader, Mnesarchus, el padre de Pitágoras, y su esposa. Parthenis, decidieron
consultar al oráculo para saber si las Parcas eran favorables para su viaje de regreso a
Siria. Cuando la pitonisa (la profetisa de Apolo) se sentó en el trípode dorado, encima
de la enorme entrada de aire del oráculo, en lugar de responder a la pregunta que le
habían formulado, dijo a Mnesarchus que su esposa estaba encinta y que daría a luz a
un hijo que estaba destinado a superar a todos los hombres en belleza y sabiduría y
que, a lo largo de su vida, contribuiría mucho al bien de la humanidad. Mnesarchus
quedó tan impresionado por la profecía que cambió el nombre de su esposa por el de
Pythais, en honor de la pitonisa. Cuando nació el niño en Sidón, en Fenicia, fue,
como había dicho el oráculo, un varón. Mnesarchus y Pythais lo llamaron Pitágoras,
convencidos de que había sido predestinado por el oráculo.
Se conservan muchas leyendas extrañas en torno al nacimiento de Pitágoras.
Algunos sostienen que no era un hombre mortal, sino que era uno de los dioses que
había adoptado un cuerpo humano para permitirle venir al mundo e instruir a la raza
humana. Pitágoras fue uno de los numerosos sabios y salvadores de la Antigüedad
para los cuales se afirma una concepción inmaculada. En su Anacalypsis, Godfrey
Higgins escribe lo siguiente: «La primera circunstancia sorprendente en la que
coinciden la historia de Pitágoras y la de Jesús es que los dos eran oriundos casi del
mismo país: aquel había nacido en Sidón y este, en Belén, dos ciudades de Siria. El
padre de Pitágoras, al igual que el de Jesús, se enteró por una profecía de que su
esposa iba a tener un hijo que sería un benefactor de la humanidad. Los dos nacieron
cuando sus madres estaban de viaje lejos del hogar: José y su esposa habían ido a