Page 257 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Belén  por  una  cuestión  de  impuestos  y  el  padre  de  Pitágoras  había  viajado  desde

  Saínos,  su  lugar  de  residencia,  a  Sidón,  por  sus  intereses  mercantiles.  Pythais
  [Pythasis], la madre de Pitágoras, tuvo una relación con un espectro o fantasma del

  dios Apolo, el dios del Sol (debía de ser, sin duda, un fantasma santo y aquí tenemos

  al Espíritu Santo), que después se apareció a su esposo y le dijo que no debía tener

  relaciones con su esposa durante el embarazo: una historia que, evidentemente, es la
  misma  que  la  de  Jesús  y  María.  Por  estas  circunstancias  peculiares,  a  Pitágoras  lo

  conocían, igual que a Jesús, como “el hijo de Dios” y la multitud suponía que estaba

  bajo la influencia de la inspiración divina».

       Este filósofo famosísimo nació entre el año 600 y el 590 a. de C. y se calcula que
  vivió casi cien años.

       Las enseñanzas de Pitágoras indican que estaba perfectamente familiarizado con

  los  preceptos  del  esoterismo  oriental  y  el  occidental,  viajó  entre  los  judíos  y  fue
  instruido  por  los  rabinos  sobre  las  tradiciones  secretas  de  Moisés,  el  legislador  de

  Israel. Posteriormente, la escuela de los esenios se dedicó principalmente a interpretar

  los  símbolos  pitagóricos.  Pitágoras  fue  iniciado  en  los  Misterios  egipcios,  los
  babilonios y los caldeos. Aunque algunos creen que fue discípulo de Zaratustra, es

  dudoso  que  su  instructor  de  ese  nombre  fuese  el  hombre-dios  que  actualmente

  veneran  los  parsis.  Aunque  los  relatos  de  sus  viajes  son  dispares,  los  historiadores

  coinciden en que visitó numerosos países y estudió a los pies de muchos maestros.
       «Después  de  adquirir  todo  lo  que  podía  aprender  de  los  filósofos  griegos  y,

  supuestamente,  de  iniciarse  en  los  Misterios  eleusinos,  fue  a  Egipto,  donde,  tras

  muchos  rechazos  y  negativas,  finalmente  logró  que  los  sacerdotes  de  Tebas  lo

  iniciaran  en  los  Misterios  de  Isis.  A  continuación,  aquel  intrépido  asociacionista  se
  dirigió a Fenicia y a Siria, donde le fueron conferidos los Misterios de Adonis y, tras

  cruzar  el  valle  del  Éufrates,  se  entretuvo  el  tiempo  suficiente  para  aprender  las

  tradiciones  secretas  de  los  caldeos,  que  seguían  viviendo  en  las  inmediaciones  de
  Babilonia. Por último, hizo su incursión más importante y más histórica a través de

  Media  y  Persia  hasta  el  Indostán,  donde  permaneció  varios  años  como  discípulo  e

  iniciado de los cultos brahmanes de Elephanta y Ellora».                       [57]  El mismo autor añade que

  el  nombre  de  Pitágoras  figura  aún  en  los  registros  de  los  brahmanes  como

  Yavancharya, el maestro jónico.
       Dicen que Pitágoras fue el primero que se llamó a sí mismo «filósofo»; de hecho,

  el mundo está en deuda con él por esta palabra. Antes de aquella época, a las personas

  dotadas  de  sabiduría  se  las  llamaba  «sabios»,  que  se  interpretaba  como  «los  que
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