Page 281 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
P. 281
La magnitud se divide en dos partes: la estacionaria y la movible; tiene prioridad
la estacionaria. La multitud también se divide en dos partes, porque se relaciona tanto
consigo misma como con otras cosas; la primera relación es la que tiene prioridad.
Pitágoras asignaba la ciencia de la aritmética a la multitud relacionada consigo misma
y el arte de la música, a la multitud relacionada con otras cosas. Asimismo, asignaba la
geometría a la magnitud estacionaria y la geometría y trígonometría esféricas (usadas
en parte en el sentido de astronomía), a la magnitud movible. Tanto la multitud como
la magnitud estaban circunscritas por la circunferencia de la mente. La teoría atómica
ha demostrado que el tamaño depende del número, porque una masa está compuesta
por unidades diminutas, aunque el que no sabe la confunde con una sola sustancia
simple.
Debido a la fragmentación de los registros pitagóricos existentes, cuesta llegar a
una definición exacta de los términos. Sin embargo, antes de poder desarrollar algo
más el tema, conviene aclarar un poco el significado de los términos «número»,
«mónada» y «uno».
La mónada significa a) el Uno que todo lo incluye. Los pitagóricos la consideraban
el «número noble, padre de los dioses y los hombres». También significa b) la suma
de cualquier combinación de números considerados como un todo. Por consiguiente,
el universo se considera una mónada, pero cada una de las partes del universo (por
ejemplo, los planetas y los elementos) son mónadas en relación con las partes que las
componen, aunque ellas, a su vez, son partes de una mónada mayor constituida por su
suma. La mónada también se puede equiparar a c) la semilla de un árbol, que, cuando
ha crecido, tiene numerosas ramas (los números). En otras palabras, los números son
a la mónada lo que las ramas de un árbol son a su semilla. A partir del estudio de la
misteriosa mónada pitagórica, Leibniz desarrolló su magnífica teoría de los átomos,
una teoría que se ajusta a la perfección a las antiguas enseñanzas de los Misterios,
porque el propio Leibniz era un iniciado de una escuela secreta. Algunos pitagóricos
también consideran a la mónada d) sinónimo del uno.
«Número» es el término que se aplica a todos los numerales y sus combinaciones.
(La interpretación estricta de la palabra «número» que hacen determinados pitagóricos
excluye el uno y el dos). Pitágoras define el número como la prolongación y la energía
de las razones espermáticas que contiene la mónada. Para los seguidores de Hipaso, el
número fue el primer patrón usado por el demiurgo en la formación del universo.
El «uno» fue definido por los platónicos como «la cima de los muchos». El uno
difiere de la mónada en que esta se usa para designar la suma de las partes
considerada como una unidad, mientras que el uno es el término que se aplica a cada