Page 288 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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no  siempre  se  considera  un  número.  Es  el  primer  equilibrio  de  unidades;  por

  consiguiente,  Pitágoras  decía  que  Apolo  daba  oráculos  desde  un  trípode  y
  recomendaba ofrecer libaciones tres veces. Las palabras clave para las características

  de la tríada son amistad, paz, justicia, prudencia, misericordia, templanza y virtud. Las

  siguientes divinidades son partícipes de los principios de la tríada: Saturno (el señor

  del  tiempo),  Latona,  Cornucopia,  Ofión  (la  gran  serpiente),  Tetis,  Hécate,  Polimnia
  (una de las musas), Plutón, Tritón (una divinidad marina), Tritogenia, Aquelous y las

  Parcas,  las  Furias  y  las  Gracias.  A  este  número  lo  llaman  sabiduría,  porque  los

  hombres organizan el presente, prevén el futuro y sacan provecho de las experiencias

  del  pasado.  Produce  sabiduría  y  comprensión.  La  tríada  es  el  número  del
  conocimiento: música, geometría y astronomía y la ciencia de lo celeste y lo terrestre.

  Pitágoras enseñaba que el cubo de este número tenía el poder del círculo lunar.

       La tríada y su símbolo, el triángulo, son sagrados porque están compuestos por la
  mónada y la díada. La mónada es el símbolo del Padre Divino y la díada, el de la Gran

  Madre.  Como  la  tríada  está  compuesta  por  estos  dos,  es  andrógina  y  simboliza  el

  hecho de que Dios dio origen a sus mundos a partir de Sí mismo, que, en su aspecto
  creativo, siempre se simboliza mediante el triángulo. Al pasar la mónada a la díada, se

  podía convertir en el padre de una progenie, porque la díada era el vientre de Meru,

  dentro del cual se incubó el mundo y en el cual todavía existe como embrión.

       La tétrada, o el cuatro, era, según los pitagóricos, el número primigenio, la raíz de
  todo,  la  fuente  de  la  naturaleza  y  el  número  más  perfecto.  Todas  las  tétradas  son

  intelectuales; tienen un orden emergente y rodean el mundo, mientras que el empíreo

  lo atraviesa. El motivo por el cual los pitagóricos manifestaban a Dios en forma de

  tétrada se explica en un discurso sagrado atribuido a Pitágoras, en el cual llama a Dios
  «el número de los números». Esto se debe a que la década, o el 10, está compuesto de

  1, 2, 3 y 4. El número 4 simboliza a Dios, porque es el símbolo de los cuatro primeros

  números.  Además,  la  tétrada  es  el  centro  de  la  semana,  al  estar  a  mitad  de  camino
  entre el 1 y el 7. La tétrada es, también, el primer sólido geométrico.

       Pitágoras sostenía que el alma del hombre está compuesta por una tétrada y que

  los cuatro poderes del alma son la mente, la ciencia, la opinión y el sentido. La tétrada

  conecta  todos  los  seres,  los  elementos,  los  números  y  las  estaciones  y  no  se  puede
  nombrar nada que no dependa de la tetractys. Es la Causa y el Creador de todo, el

  Dios inteligible, autor del bien celestial y el perceptible. Plutarco interpreta que esta

  tetractys, que, según él, también se llamaba mundo, es el 36, que consta de los cuatro

  primeros  números  impares  sumados  a  los  cuatro  primeros  números  pares,  de  la
  siguiente manera:
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