Page 312 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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A pesar de la cantidad inmensa de trabajo que requirió su construcción, el Templo

  de Salomón —en palabras de George Oliver— «era un edificio bastante pequeño, con
  un tamaño muy inferior al de algunas de nuestras iglesias». La cantidad de edificios

  contiguos a él y el inmenso tesoro en oro y piedras preciosas que se empleó en su

  construcción concentraron mucha riqueza dentro de la superficie del templo. En su

  centro estaba el sanctasanctórum, a veces llamado «oráculo». Era un cubo exacto —
  todas  sus  medidas  eran  de  veinte  codos—  y  un  ejemplo  de  la  influencia  del

  simbolismo egipcio. Las construcciones del grupo del templo estaban adornadas con

  1453  columnas  de  mármol  de  Paros,  con  esculturas  espléndidas,  y  2906  pilastras

  adornadas con capiteles. Había un porche ancho que daba al Este y el sanctasanctórum
  daba al Oeste. Según la tradición, en los distintos edificios y patios cabían un total de

  trescientas  mil  personas.  Tanto  el  presbiterio  como  el  sanctasanctórum  estaban

  totalmente cubiertos de placas de oro macizo con incrustaciones de pedrería.





























                                        EL TEMPLO DE SALOMÓN



       El  rey  Salomón  comenzó  la  construcción  del  templo  en  el  cuarto  año  de  su

  reinado, en lo que sería, según los cálculos modernos, el 21 de abril, y lo acabó el

  undécimo  año  de  su  reinado,  el  23  de  octubre.  El  templo  se  inició  cuatrocientos
  ochenta años después de que los hijos de Israel atravesaran el mar Rojo. Parte de la

  labor de construcción consistió en levantar una base artificial en la cima del monte

  Moria. Las piedras para el templo se extrajeron de canteras situadas justo debajo del
  monte Moria y las cuadraban antes de extraerlas. Los adornos de bronce y oro para el

  templo se vertieron en moldes en el terreno arcilloso situado entre Sukkot y Seredá y

  las partes de madera estuvieron todas acabadas antes de llegar al emplazamiento del
  templo. Por consiguiente, el edificio se montó sin ruido ni instrumentos y todas sus
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