Page 458 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Según  los  filósofos  herméticos,  había  siete  causas  principales  de  enfermedad.  La

  primera  eran  los  malos  espíritus:  criaturas  nacidas  de  acciones  malas  y  que  se

  alimentaban de la energía vital de aquellos a los que se adherían. La segunda causa era
  el  trastorno  de  la  naturaleza  espiritual  y  la  naturaleza  material:  cuando  estas  no  se

  coordinaban, se producía una deficiencia mental y física. La tercera era una actitud

  mental  malsana  o  anormal.  La  melancolía,  las  emociones  morbosas,  el  exceso  de
  sentimiento, como las pasiones, la lujuria, la codicia y el odio, afectaban a la mumia y

  desde  allí  provocaban  una  reacción  en  el  cuerpo  físico,  donde  producían  úlceras,

  tumores,  cánceres,  fiebre  y  tuberculosis.  Para  los  antiguos,  el  germen  de  la

  enfermedad era una unidad de mumia que se había impregnado de las emanaciones de
  las  malas  influencias  con  las  que  había  estado  en  contacto.  En  otras  palabras,  los

  gérmenes eran criaturas minúsculas nacidas de los malos pensamientos y acciones del

  ser humano.

       La  cuarta  causa  de  la  enfermedad  era  lo  que  los  orientales  llamaban  karma,  es
  decir, la ley de la compensación, según la cual cada persona tiene que pagar por las

  indiscreciones y los delitos que ha cometido en el pasado. El médico tenía que tener

  mucho  cuidado  de  no  interferir  con  esta  ley  para  no  frustrar  el  plan  de  la  justicia
  eterna. La quinta causa eran el movimiento y los aspectos de los cuerpos celestes. Las

  estrellas  no  imponían  la  enfermedad,  sino,  más  bien,  la  incitaban.  Según  los

  herméticos,  una  persona  fuerte  y  sabia  gobernaba  sus  estrellas,  mientras  que  una
  persona débil y negativa era gobernada por ellas. Estas cinco causas de enfermedad

  tienen una naturaleza que está por encima de lo físico y se tienen que valorar mediante

  un  razonamiento  inductivo  y  deductivo  y  un  análisis  meticuloso  de  la  vida  y  el

  temperamento del paciente.
       La sexta causa de enfermedad era el mal uso de la facultad, órgano o función; por

  ejemplo, forzar demasiado un músculo o poner a prueba los nervios. La séptima causa

  era la presencia en el organismo de sustancias extrañas, impurezas u obstrucciones.

  Entran en esta categoría la alimentación, el aire, la luz solar y la presencia de cuerpos
  extraños. Esta lista no incluye las heridas accidentales, que no entran en la categoría de

  enfermedades. Con frecuencia, son métodos mediante los cuales se manifiesta la ley

  del karma.
       Según los herméticos, la enfermedad se podría prevenir o combatir con eficacia de

  siete  maneras.  En  primer  lugar,  mediante  hechizos  e  invocaciones,  en  los  cuales  el

  médico  ordena  al  espíritu  maligno  que  provoca  el  mal  que  salga  del  paciente.  Es

  probable que este procedimiento se basase en el relato bíblico del hombre poseído por
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