Page 870 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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lo reconstruyeron enseguida y dieron más muestras de sus poderes mágicos: entonces,
el monarca de Xibalbá pidió a los magos que lo destruyeran y lo resucitaran a él
también, de modo que Hunahpú y Xbalanqué asesinaron a los príncipes de Xibalbá,
pero no los volvieron a la vida, con lo cual vengaron el asesinato de Hun Hunahpú y
de Vucub Hunahpú. Aquellos héroes subieron después al cielo, donde se convirtieron
en las luces celestiales.
Las claves de los misterios de Xibalbá
«¿Acaso estas iniciaciones —escribe Le Plongeon— no nos recuerdan
vívidamente lo que Henoch decía que veía en sus visiones? Aquella casa de
cristal encendido, ardiente y fría como el hielo: aquel lugar donde estaban el
arco de fuego, el carcaj con las flechas, la espada de fuego; aquel otro por el
que tuvo que atravesar el arroyo murmurador y el río de fuego, y los extremos
de la tierra, llenos de todo tipo de animales y aves inmensos o la morada en la
que apareció uno de gran gloria sentado en la esfera del sol y, por último,
aquel tamarindo situado en medio de la tierra, que —según le dijeron— era el
árbol del Conocimiento, ¿no era similar al árbol de las calabazas que crecía en
medio del camino en el cual los de Xibalbá colocaron la cabeza de Hun
Hunahpú después de sacrificarlo por no haber superado la primera prueba de
la iniciación? […] Estas eran las pruebas atroces que los candidatos tenían que
superar para iniciarse en los misterios sagrados en Xibalbá. ¿No parecen un
equivalente exacto de lo que ocurría de forma más leve en la iniciación en los
misterios eleusinos y también en los mayores misterios de Egipto, de los que
eran una copia? ¿No recuerda acaso la enumeración de lo que los candidatos a
los misterios de Xibalbá tenían que saber para ser admitidos […], de las
maravillosas proezas similares que —según decían— tenían que realizar los
mahatmas, los hermanos en India, y varios de los pasajes del Libro de Daniel,
que había sido iniciado en los misterios de los caldeos, o los magos, que,
según Eubulo, se dividían en tres clases o géneros, el máximo de los cuales era
el de los más eruditos?» [229]
En sus notas introductorias al Popol Vuh, el doctor Guthrie presenta unos cuantos
paralelismos importantes entre este libro sagrado de los quichés y las escrituras
sagradas de otras grandes civilizaciones En las pruebas que Hunahpú y Xbalanqué se