Page 362 - Dune
P. 362

—¿Vuestras órdenes, mi Señor?
               —Esperaremos… hummm… a que la gente se haya… ahhh… dispersado —dijo
           el Conde.

               —Sí, mi Señor —el hombre hizo una inclinación y retrocedió tres pasos.
               El  Conde  Fenring  se  volvió  hacia  su  Dama,  hablando  en  su  lenguaje  personal
           codificado en susurros.

               —También lo has visto, por supuesto.
               —El muchacho sabía que el gladiador no estaba drogado —dijo ella en la misma
           lengua susurrante—. Ha tenido un momento de miedo, sí, pero no de sorpresa.

               —Estaba planeado —dijo él—. Todo el espectáculo.
               —Sin la menor duda.
               —Esto huele a Hawat.

               —Completamente —dijo ella.
               —Le he pedido al Barón que elimine a Hawat.

               —Ha sido un error, querido.
               —Ahora me doy cuenta.
               —Los Harkonnen podrían tener un nuevo Barón dentro de muy poco.
               —Si ese es el plan de Hawat.

               —Esto requiere un atento examen, es cierto —dijo ella.
               —El joven será más fácil de controlar.

               —Para nosotros… después de esta noche —dijo ella.
               —¿No anticipas ninguna dificultad en seducirlo, mi pequeña clueca?
               —No, mi amor. ¿Has visto cómo me ha mirado?
               —Sí, y ahora comprendo por qué nos es indispensable esa línea genética.

               —Exactamente.  Y  es  obvio  que  necesitamos  ejercitar  sobre  él  un  control
           completo.  Implantaré  en  lo  más  profundo  de  suyo  las  frases  prana-bindu  que  le

           doblegarán a nuestra voluntad.
               —Nos iremos lo más pronto posible… apenas estés segura —dijo él.
               Ella se estremeció.
               —Realmente. No quiero dar a luz a un hijo en este horrible lugar.

               —Piensa que todo lo hacemos en nombre de la humanidad —dijo él.
               —La tuya es la parte más fácil.

               —Pero hay algunos antiguos prejuicios que he tenido que vencer —dijo él—. Son
           cosas primordiales, ya sabes.
               —Mi  pobre  querido  —dijo  ella,  y  palmeó  su  mejilla—.  Sabes  que  es  el  único

           modo seguro de salvar esa línea genética.
               —Comprendo perfectamente lo que estamos haciendo —dijo él con voz seca.
               —No fracasaremos —dijo ella.

               —El sentimiento de culpabilidad empieza con el miedo a fracasar —recordó él.




                                        www.lectulandia.com - Página 362
   357   358   359   360   361   362   363   364   365   366   367