Page 485 - Dune
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y se la llevó con él.
Paul hizo una seña a sus Fedaykin para que se pusieran a cubierto y se acercó a
los hombres del equipo de comunicaciones cerca de la boca del túnel. Gurney le
siguió. Paul se inclinó sobre los operadores.
—Una re-tatarabuela de una tormenta, Muad’Dib —dijo uno de ellos.
Paul observó el cielo cada vez más oscurecido.
—Gurney, haz que los observadores de la pared sur se retiren, dijo. Tuvo que
repetir su orden para ser oído por encima del creciente ruido de la tormenta.
Gurney se alejó para transmitir su orden.
Paul ajustó el filtro sobre su rostro, asegurando la capucha de su destiltraje.
Gurney regresó.
Paul tocó su hombro y señaló hacia el disparador, a la entrada del túnel, tras el
operador. Gurney entró en la cavidad y se detuvo allí, con una mano en el disparador
y la mirada fija en Paul.
—Ningún mensaje —dijo el operador junto a Paul—. Mucha estática.
Paul asintió, con sus ojos fijos en el cuadrante graduado en tiempo estándar frente
al operador. Luego miró a Gurney, alzó una mano, volvió su atención al cuadrante. La
aguja inició su último giro.
—¡Ahora! —gritó Paul, y bajó su mano.
Gurney pulsó el disparador.
Pareció pasar todo un segundo antes de que el suelo bajo ellos comenzara a
sacudirse y a temblar. El retumbante sonido se añadió al rugido de la tormenta.
El observador Fedaykin del telescopio apareció junto a Paul, con el telescopio
firmemente sujeto bajo el brazo.
—¡La brecha en la Muralla Escudo está abierta, Muad’Dib! —gritó—. ¡La
tormenta está sobre ellos y nuestros artilleros han abierto ya el fuego!
Paul tuvo la visión de la tormenta barriendo la depresión, mientras la carga
estática de la muralla de arena destruía todos los escudos del campo enemigo a su
paso.
—¡La tormenta! —gritó alguien—. ¡Debemos ponernos a cubierto, Muad’Dib!
Paul se arrancó de sus pensamientos, sintiendo los innumerables aguijones de la
arena clavándose en la parte al descubierto de sus mejillas. Ya está hecho, pensó.
Puso un brazo en el hombro del operador.
—¡Deja el equipo! —dijo—. Tenemos más en el túnel. —Se sintió empujado por
los Fedaykin, que le rodeaban para protegerle, haciéndole entrar por la boca del túnel,
hundiéndole en un brusco silencio, girando un ángulo para penetrar en una pequeña
cámara iluminada por globos, con un nuevo túnel abriéndose al otro lado.
Otro operador estaba sentado ante su equipo.
—Mucha estática —dijo el hombre.
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