Page 85 - Alejandro Casona
P. 85

familia lavada lejos y para siempre. Pero ya ves que no; cuando se
                  lleva una vida como la mía nunca se viaja en el barco que se anuncia;
                  ni con el nombre propio. ¡La policía suele ser tan curiosa!

                  BALBOA.
                  Basta, Mauricio. ¿A qué vienes?

                  OTRO.
                  ¿Y necesitas preguntarlo? ¡Qué falta de imaginación! Por lo menos no
                  supondrás que vengo a ponerme  de rodillas y llorar sobre mis
                  pecados.

                  BALBOA.
                  No; te conozco bien. He seguido toda tu vida y sé lo que puede
                  esperarse de ti.

                  OTRO.
                  Me alegro; así se ahorran muchas explicaciones enojosas. Sobre todo
                  para ti.

                  BALBOA.
                  ¿Para mí?

                  OTRO.
                  Es lo menos que podía esperar. ¿No te has sentido responsable en
                  ningún momento de esa vida que yo arrastraba lejos de mi casa?

                  BALBOA.
                  No trates de descargar tus culpas sobre los demás. Todo lo que has
                  hecho allá, ya lo habías empezado aquí.

                  OTRO.
                  ¿De manera que la conciencia tranquila?

                  BALBOA.
                  Hice lo que debía, y si es necesario volveré a hacerlo cien veces.

                  OTRO.
                  Por tu gusto, quizá; pero ahora me temo que no vas a poder. Aquel
                  muchacho de entonces está ya un poco duro.

                  BALBOA.
                  ¿Es una amenaza?

                  OTRO.
                  Una advertencia simplemente. Sé por experiencia que no hay
                  caminos hechos para nadie; cada uno tiene que abrirse el suyo como
   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89   90