Page 431 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides

LAS EUMÉNIDES

alrededor de la efigie de la diosa eterna echando sus brazos,
desea ser juzgado por el crimen de sus manos. 260
Mas eso no es posible: la sangre materna en la tierra
difícil es de recoger. ¡Ah, ah!
El líquido vertido en el suelo se pierde.
Antes bien, es preciso que él pague al sorber de su vida
el rojo jugo de sus miembros: que de ti 265
me lleve el bebedero alimento imbebible,
y ya exangüe todavía vivo te conduciré al inframundo,
para que pagues con suplicios como cualquier matricida.
Y ahí verás que si fue transgresor algún otro mortal,
contra algún dios o algún extranjero, 270
o que si fue impío contra sus padres amados,
cada quien recibe la justicia que merece,
pues Hades es un magnífico juez para los mortales
bajo la tierra,
porque todo lo tiene grabado y visto en su mente. 275

Orestes
Yo, porque he aprendido de las desgracias, conozco
muchas purificaciones y cuando es lícito hablar
y callar igualmente, pero en este asunto
la orden de hablar he recibido de un sabio maestro.
Se adormece la sangre y desaparece de mi mano, 280
la mancha del asesinato de mi madre ya está lavada,
pues cuando estaba fresca, al lado del hogar del dios
Febo, fue arrojada con purificaciones sacrificiales de un cerdo.
Me resultaría largo el relato desde el principio:
¡a cuántos me acerqué con inocuo vínculo! 285

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