Page 286 - DERECHO INDÍGENA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA (1988)
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máquina...” . Sin embargo, para otros sectores más vinculados a la
modernización capitalista del país, la solución al problema indígena pasa por la
educación y la integración de las masas indias al mercado y al consumo.
A partir de 1945 la cuestión indígena entra al campo del tratamiento
académico formal con la fundación del Instituto de Etnología de la Universidad
Nacional de San Marcos por parte de Luis E. Valcárcel. Se perfila de manera
creciente una coincidencia entre el indigenismo y la antropología, siendo esta
disciplina en el Perú la expresión de una acentuada dependencia y sumisión
científica a las orientaciones y definiciones ideológicas provenientes de Estados
Unidos. El problema indígena deja de ser examinado en sus temas fundamentales
y globales de relevancia nacional como el gamonalismo, el latifundismo y su
participación en la conformación nacional y en el proyecto futuro y comienzan a
aparecer los estudios descriptivos, de comunidad, aislados y fragmentados,
obsesivamente detallados que sacrifican la comprensión global y estructural en
nombre de una epistemología del fragmento y del detalle.
El marco político en el cual comienza a tomar impulso esta visión y esta
práctica de la antropología es el del pensamiento desarrollista que postula el
dualismo tradicional-moderno de nuestras sociedades como la causa del
subdesarrollo y de la persistencia de amplios sectores "retrasados" campesino-
indígenas. En 1949 y 1950 se formulan los estudios de la CEPAL y el artículo
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seminal de Raúl Prebish y la tesis del constante deterioro de los términos del
intercambio entre los países centrales y los periféricos con la consecuente
imposibilidad de que en el nivel interno, en los países de la periferia, se dé una
difusión de los avances tecnológicos. Dentro de estas tendencias interpretativas,
de las realidades latinoamericanas, surge el impacto de la "teoría de la
modernización" y del "desarrollo comunal" que a la fragmentación descriptiva
añade, ahora, la propuesta de la acción antropológica e indigenista llevada a cabo
por organismos de gobierno y organizaciones internacionales o universidades
norteamericanas (por ejemplo el Proyecto Perú-Cornell de 1951 a 1966), en
términos de estímulos a la incorporación de las comunidades indígenas al "sector
moderno" del país por medio de la introducción en el mundo indígena de
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"tecnologías, actitudes y valores modernos” .
La década del cincuenta al sesenta significa en el Perú el intento de
rediseñar la estructura productiva del país mediante la aplicación de las
consecuencias lógicas de las ideas del dualismo estructural, el desarrollismo y las
concepciones "cepalinas" sobre la limitación de importaciones y el crecimiento
industrial sustitutivo. Se amplía el mercado interno, se inicia una mayor
articulación espacial interna por medio de la expansión de la red de carreteras que
sustituye al ferrocarril de la época enclavista, se inicia el éxodo del campo a la
ciudad y se produce paralelamente una explosión demográfica que acompañará a
24
Citado en Degregori, Ibíd., p. 234.
25
Cardoso (1979).
26
Prevoste, op. cit., pp. 121-124.
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