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Pandu. Luego Narada describió la corte de Varuna y de Kubera, tras lo cual puso fin a
sus narraciones.
Yudhishthira permaneció en silencio durante unos instantes y como Narada esperara
a que hablara, Yudhishthira dijo:
—Mi señor, he estado escuchando atentamente todo lo que has estado diciendo, y he
advertido una cosa: la mayoría de los reyes que eran señores de esta tierra están todos
en el sabha de Yama y no en el sabha de Indra, como yo había creído durante todos estos
años. También me he dado cuenta de algo más, y es que dices que el amigo de Indra,
de hecho su compañero de trono, es el gran Harischandra, el rey de la raza del Sol. Mi
señor, ¿qué buenas obras hizo él que no haya hecho mi padre? ¿Debido a qué tiene él el
honor de compartir el trono de Indra? Mi padre era el más puro de los hombres, nunca
dijo una sola palabra falsa. Era un santo entre los hombres. Quiero que me digas cuál es
la razón que justifica ese hecho.
Narada, que había venido a ver a Yudhishthira sólo con ese propósito, le dijo:
—Por supuesto que te lo diré. El rey Harischandra de la raza del Sol era el hijo de
Trisanku, el favorito de Viswamitra. Harischandra era un monarca poderoso; había
conquistado todos los reinos de la tierra y había realizado el yaga llamado Rajasuya y
esa es la razón por la que él fue digno de elección para compartir el trono del mismo
Indra. El rey que hace el Rajasuya sobresale como alguien diferente. Yo me encontré
con tu padre y me dijo: « Mis hijos son ahora poderosos en la tierra. Y si Yudhishthira
hace el Rajasuya, yo y mi abuelo Santanu podremos ir al Indraloka. » Este fue el deseo
que tu padre tenía para ti. Yudhishthira, ayudándote de tus cuatro hermanos y teniendo
a Krishna de tu lado, lograrás hacer el Rajasuya. Puedes conquistar el mundo entero
y harás posible que tu padre y tu antepasado Santanu, junto con sus hijos entren en el
sabha de Indra. Sé que no es una tarea fácil, ese yaga se consigue con gran dificultad,
pero si hay alguien que puede hacerlo eres tú y solamente tú.
Después de esto Narada bendijo a los pandavas y se marchó.
Capítulo III
EL DESEO DE YUDHISTHIRA
ESDE la visita de Narada, Yudhishthira estaba siempre inmerso en sus pensamientos.
D Hasta ahora la vida de los pandavas había sido tranquila. Yudhishthira nunca había
sido avaro y los hijos de Pandu estaban satisfechos compartiendo el antiguo reino de los
kurus. Sin duda alguna, habían sido víctima de las injusticias de los kurus una y otra
vez. Pero eran buena gente y no estaba en la naturaleza de Yudhishthira el dar cabida al
resentimiento. Él era feliz con la tierra que le había dado su tío y quería evitar disputas,
así que aceptó aquella tierra estéril. Y gracias a Krishna aquella tierra estéril llegó a ser