Page 63 - Mahabharata
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1. El comienzo 43
con cualquiera de vosotros. Sin vacilación alguna, Bhishma cogió de la mano derecha a
las princesas y las subió una a una a su carroza. El rey de Kasi estaba furioso y recurrió a
los reyes presentes en petición de ayuda: todos se abalanzaron sobre Bhishma cuando ya
estaba emprendiendo camino. Una lucha fiera se desató entre los reyes y Bhishma, el
cual les fue abatiendo fácilmente hasta quedar libre de ellos. Ya se disponía nuevamente
a emprender su marcha cuando el rey Salva, que era un gran héroe, desafió a Bhishma a
una lucha singular. Recién comenzada la lucha logró herir en el pecho a Bhishma, el cual
se enardeció aún más y en un arrebato de coraje desarmó completamente al rey Salva
abatiéndolo a tierra, quedando su vida a merced del vencedor. Pero Bhishma le perdonó
la vida, y regresó a la capital kuru sin ningún obstáculo más en su camino.
En cuanto llegó a Hastinapura, Bishma se dirigió a los aposentos de Satyavati y le
presentó a las tres princesas:
—Mira, madre —le dijo—, estas son las esposas que he traído para Vichitravirya.
Satyavati y el príncipe estaban muy complacidos. Entonces, la mayor de las tres,
Amba, dijo con voz asustada:
—Mi señor Bhishma, cuando entraste en la sala para llevarnos a la fuerza, yo estaba
en ese momento colocando la guirnalda en el cuello del rey Salva; ya le había escogido
como mi esposo.
Al oír lo cual, el joven príncipe dijo:
—Yo no creo que sea correcto casarme con una mujer que en su corazón ama a otro
hombre.
Bhishma y Satyavati sentían lo mismo, por lo que Bhishma le habló así:
—No es correcto tenerte aquí, puesto que ya has elegido marido. En una carroza
serás conducida a la corte de Salva.
Amba llegó ante el rey Salva con el corazón rebosante de amor, y le dijo:
—Mi señor, dado que tú fuiste quien elegí por esposo en el Swayamvara, el noble
Bhishma me envía de vuelta a ti. Por favor, acéptame.
Tras soltar una carcajada. Salva le dijo:
—¿Aceptarte?. ¿Crees que soy un mendigo para aceptar regalos de mi enemigo?
Devavrata nos derrotó a todos y de acuerdo al Dharma de los Kshatryas, Bhishma es
ahora tu Señor. Él es tu marido. Ve y pídele que se case contigo. Yo no puedo aceptarte.
Cuando Amba regresó a Hastinapura y se presentó ante Bhishma, sus ojos estaban
llenos de lágrimas y su corazón humillado. Bhishma se sorprendió de verla en esa
condición y le preguntó:
—¿Por qué has regresado?