Page 67 - Mahabharata
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1. El comienzo                                                                            47


               Chitrangada murió y antes de que yo pudiera aceptar esa pérdida que casi me mata,
               me encuentro con la muerte de Vichitravirya. La única esperanza de la casa de los

               kurus ha sido destruida en la flor de la juventud. Estoy desesperada. El linaje debe ser
               continuado y he decidido lo que debe hacerse; sé cómo continuar la línea de los kurus.
               Te corresponde a ti reavivar de nuevo este linaje.
                   Bhishma estaba sorprendido. Le dijo:
                   —Madre, ¿cómo puedo yo, siendo célibe, continuar el linaje?

                   Satyavati le respondió:
                   —Mi hijo Vichitravirya murió sin dejar un hijo. Sus dos viudas, a quienes tú trajiste
               para él son todavía jóvenes y tienen insatisfechos los deseos de sus corazones. El único
               Dharma evidente para mí es éste: debes tomarlas y hacerlas madres de los futuros
               vástagos de la casa de los kurus. Debes hacer esto para que el linaje pueda continuar.
               Esta regla fue seguida por muchos de tus antepasados y es la única manera. Debes tomar
               las viudas de tu hermano y tus hijos serán los verdaderos descendientes de Kuru. Es tu
               sagrada obligación hacer esto.
                   Atónito por esta absurda propuesta, Bhishma le respondió pacientemente:

                   —Madre, estás afligida por el dolor de la pérdida repentina de tus hijos y por eso me
               propones tal cosa. No hay duda de que existe una regla como la que tú dices. Lo sé. Y
               es una regla aprobada por las costumbres, pero, madre, no me parece correcto que me
               pidas a mí que haga tal cosa cuando tú sabes bien que he jurado renunciar al trono y a la
               vida de casado. Lo hice por ti y estoy seguro de que no lo has olvidado. ¿No recuerdas el
               terrible juramento que hice?. Juré que en esta vida mía no habría lugar para una mujer
               y ahora tú me pides que tome las viudas de mi hermano. En verdad te ha afectado la
               muerte de tu querido Vichitravirya, de otra forma no me habrías hecho tal sugerencia.
               Yo estoy muy apenado por ti, pero por favor, no me pidas eso.
                   Satyavati dijo:

                   —Recuerdo bien las circunstancias en las cuales pronunciaste este voto en favor de
               tu padre y mío. Pero ahora las circunstancias han cambiado, pues el voto lo hiciste
               para que un hijo mío pudiese ser el rey. Ahora mis dos hijos han muerto, lo cual es una
               amenaza de extinción para nuestra raza. Es por eso que como último recurso te pido,
               que hagas eso. Yo soy tu madre y es tu deber complacerme, así pues debes obedecerme.
               Este Dharma es mucho más importante que cualquier voto que hayas hecho.
                   Bhishma tuvo su temperamento bajo control hasta este momento, pero no pudo
               contenerse más. Tal vez recordó los acontecimientos pasados como un paisaje que se
               refleja en una gota de rocío. Su madre Ganga; su feliz infancia con ella en los cielos, su
               educación, primero en ciencia política con Brihaspati y Sukra y después su aprendizaje
               de los Vedas y Vedangas con Vasishtha. La mente de Bhishma recorrió los días en que
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